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Qué es una Niña Steam y cómo despertar el interés por las ciencias

Durante décadas se ha denunciado la existencia de “techos de cristal” que impiden el crecimiento profesional de las mujeres. Una acción para derribar esa barrera es fomentar vocaciones tempranas, incluso durante la primera infancia.

La propuesta de Patricia Colina visibiliza y acciona un escenario que demanda igualdad, oportunidad y participación.

No hay edad temprana para aprender. Ni para motivar. Entrevistamos a la ingeniera civil Patricia Colina, creadora de los talleres Esteam Power, para abordar este tema. Al maternar, ella descubrió que fue una niña Steam y hoy se suma a los esfuerzos de mujeres que alientan a niñas y adolescentes a tomar el camino de la ciencia.

A los cuatro años, la hija de Patricia Colina no pedía cuentos de princesas. Prefería su libro de medicina para niños y le fascinaba que su mamá le hablara de plaquetas y cómo funciona el corazón. La expectativa de tener un hermanito la motivaba a comprender cómo es la creación de un nuevo ser. No lo sabían, pero mamá e hija vivían un proceso de estimulación de habilidades para formar a una niña STEAM.

Los nuevos enfoques educativos incentivan el aprendizaje a través de acciones como el descubrimiento de forma amena. Esto disminuye los patrones de ansiedad producidos por el temor al fracaso o a ser evaluados y favorece el aprendizaje.

“No me daba cuenta de que hacíamos algo diferente en casa”, dice Patricia, una ingeniera civil venezolana radicada en Montevideo. “Fue hasta que un día la maestra de primer grado me preguntó cómo fomentaba las habilidades de mi hija en el control emocional y el habla. Me di cuenta de que estaba replicando un sistema de enseñanza similar al de mi propia infancia, la cual era -sin saberlo- altamente privilegiada”.

Los referentes en casa son los primeros inspiradores para que durante la infancia se desarrollen habilidades STEAM (siglas en inglés de Ciencias, Tecnología, Ingeniería, Arte, Matemáticas). En el caso de Patricia, sus padres eran ingenieros y le ofrecieron a sus tres hijas un espacio donde las respuestas, los argumentos y la lectura eran una constante. “Yo jugaba con legos durante horas, construir me divertía. Y podíamos pasar el fin de semana viendo las carreras de Fórmula Uno”, recuerda.

Al ser mamá Patricia Colina comprendió lo afortunado de ofrecer contextos favorables para una niña Steam

Inspiremos a niñas STEAM

En la disyuntiva entre ser una profesional en su campo en un contexto laboral que ofrece oportunidades limitadas, o independizarse para abrirse al emprendimiento desde su formación universitaria, Patricia Colina optó por lo segundo. Actualmente impulsa un espacio de talleres infantiles para “inspirar grandes mentes”.

-La propuesta de Esteam Power está dirigida a motivar el acercamiento de la ciencia a niños con edades comprendidas entre 4 y 12 años. ¿Por qué escogió ese rango etario?

-“Uruguay tiene buenos programas para estimular a las niñas a continuar carreras de ciencias, pero se aplican cuando ellas están en la adolescencia. Si a esa edad no están motivadas es mucho más difícil producir interés. Por eso inicio a los cuatro años. Veo que es posible hablarle a una niña de cómo es la Tercera Ley de Newton a través del juego. Uso la asociatividad, incito su curiosidad, despierto su capacidad para dudar. La invito a involucrarse en contextos cotidianos y lúdicos”.

Lo importante es cuestionarse los porqués. La naturaleza de la física está presente, lo entendamos o no. No se trata de hacer cálculos sino de comprender.

-Los principios vivenciales destacan en sus talleres ¿Qué elementos de su propia infancia ha tomado para prepararlos?

– Básicamente dos. Por una parte, veo las ciencias como algo normal y aplicable en la cotidianidad. Por otra, me apoyo en un libro que me regaló mi papá llamado “Inteligencia genial” de Michael J. Gelb, basado en los siete principios del desarrollo de la inteligencia, inspirado en la vida y obra de Leonardo da Vinci. Es una reliquia para mí y fue de esos libros que vino en la maleta cuando emigramos.

Los siete principios davincianos son:

  • Curiosità: La actitud de acercarse a la vida con curiosidad insaciable y búsqueda continua del aprendizaje.
  • Dimostrazione: El compromiso de poner a prueba el conocimiento a través de la experiencia, la persistencia y la disposición a aprender de nuestros errores.
  • Sensazione: El continuo refinamiento de los sentidos, especialmente de la vista, como medio para animar la experiencia.
  • Sfumato (literalmente «esfumarse»): La voluntad de aceptar la ambigüedad, la paradoja y la incertidumbre.
  • Arte/scienza: El desarrollo del equilibrio entre la ciencia y el arte, la lógica y la imaginación. Pensar con todo el cerebro.
  • Corporalita: El cultivo de la gracia, la ambidestreza, la condición física y el porte.
  • Connessione: El reconocimiento de la interconexión de todas las cosas y de todos los fenómenos. Pensar en términos de sistemas.

-La actitud frente a la frustración, la constancia y poder asumir desafíos con herramientas y habilidades desarrolladas, también destacan en su propuesta.

-En los talleres se estimula el pensamiento crítico, la creatividad, la lógica y se involucra a los adultos responsables de los niños participantes. Eso crea un espacio para cuestionarte las cosas, buscar los porqués… Probablemente no todos van a dedicarse directamente a las ciencias, pero sí en cada cosa que hagas necesitarás y te servirán este tipo de aptitudes.

Contextos que favorecen a las niñas Steam

A veces tenemos buenas ideas, pero hay que tener un contexto favorable para desarrollarlas ¿Cómo fue en su caso?

Previo a la pandemia (2018-2019) hice un taller llamado “Emprender sin fronteras”, en la ONG Manos Veneguayas, que ha sido un lugar de apoyo y encuentro para los venezolanos en Uruguay. En ese momento tenía otro proyecto con mis hermanas. Con las nociones que adquirí, estructuré Esteam Power y contacté a Vanessa Sarmiento, una de las directoras de Manos Veneguayas, quien me motivó a implementarlo en su sede.

¿Cuál es su balance tras la implementación de los talleres?

La respuesta que he tenido de los adultos responsables es que no tuvieron esas herramientas y aprecian el valor de que sus hijos las reciban. Los niños aprenden algo que no van a perder nunca: el conocimiento y la experiencia vivencial. Razonan los por qué ciertas cosas funcionan de determinada manera. Aprenden que el pensamiento estructurado se aplica en lo doméstico y cotidiano, cuando piensan en qué van a meter en la maleta o al hacer la lista de compras. Continuamente hacemos algoritmos.

La hija de Patricia Colina -sin duda, una niña Steam- ya cumplió siete años y junto a su hermanito recibe una crianza “con acceso a la información, a los libros, a explicaciones claras ante sus dudas y manejo de conceptos”, describe la fundadora de Esteam Power. “Está claro que la igualdad de género y la educación de calidad nos va a beneficiar a todos. Ahora entiendo que crecí con un privilegio porque mi familia me lo brindó, pero no todos tienen esa oportunidad. El entorno influye y es importante crear espacios”, finaliza.

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Si quieres comunicarte con Patricia Colina o saber más sobre su proyecto, contáctala a través de su IG @esteam.power, su perfil de Linkedin o su correo: proyectos.ing.pcolina@gmail.com

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