¿Te has preguntado qué haces diferente a otras personas que son consideradas sanas, exitosas y felices? ¿Alguna vez has pensado en la posibilidad de que tus hábitos pueden estar saboteando tu salud, productividad y estado de ánimo para alcanzar esa felicidad o paz que anhelas?
En la presente entrega te cuento cómo desaprender hábitos puede darle un vuelco a tu vida positivamente, haciendo de ti una persona más sana, física, mental, emocional y espiritualmente, lo que generará en consecuencia en la felicidad armoniosa que muchos llaman éxito.
Comencemos por definir qué es hábito, éxito y las diferencias entre aprender y desaprender para comprender mejor lo que trataremos en el siguiente texto.
Según la Real Academia Española (RAE), un hábito es un modo especial de proceder o conducirse, adquirido por repetición de actos iguales o semejantes, u originado por tendencias instintivas.
La RAE define, a su vez, el éxito como el resultado feliz de un negocio, actuación, etc. Recordemos que el éxito es un concepto con una alta carga de subjetividad, producto de los paradigmas y aspiraciones de cada persona y según las perspectivas de cada individuo en un momento de su vida.
Los hábitos son, hasta este punto, considerados variantes determinantes de los logros o no del éxito. Es decir, el aprendizaje y/o adquisición de un hábito o conducta diaria puede afectar nuestro desenvolvimiento diario y al ser consciente de sus consecuencias positivas o no, es preciso desaprender, es decir, hacer un esfuerzo consciente para decodificar y desconocer ese patrón ya establecido y abandonarlo de ser necesario para adoptar nuevas conductas que afecten positivamente al individuo.
Desaprender para sobrevivir
Para la health coach Cybill Carrero de la red digital “La flaka come sano”, el cambio de hábitos de forma consciente significó un antes y después, luego de ser diagnosticada con cáncer de mama.
“Cuando te dan un diagnóstico como el de cáncer, además del régimen de terapias, te dan un listado de prohibiciones que para muchos representa un desafío frustrante. El desaprender viejos hábitos es cuestión de sobrevivencia».
Superar el cáncer de mama representó, para Cybill, una ardua transformación que la hizo verse a sí misma como a un ser que para sobrevivir tenía que sanar su cuerpo no solo a través de las sugerencias de tratamientos tradicionales como las quimioterapias, sino, además, a través de la alimentación. Una alimentación diferente a la que hasta el momento de ser diagnosticada llevaba.
A su vez, debía sanar y fortalecer sus emociones, las cuales eran parte elemental de todo proceso de sanación, y del día a día de toda persona.
A lo anterior, Cybill descubrió que los sobrevivientes a los diferentes tipos de cáncer tenían en común, conductas de higiene del pensamiento o higiene mental, lo que se considera como un conjunto de hábitos que permiten a una persona gozar de salud mental y estar en armonía con su entorno sociocultural.
Adicionalmente, en su investigación para vencer el cáncer, La flaka descubrió que la espiritualidad en el paciente oncológico es una forma de nutrir la esperanza, al tiempo que establece una forma positiva de afrontar la enfermedad.
La hoy sobreviviente del cáncer, constató que también sanar su cuerpo implicaba ejercitarlo, a fin de que el movimiento le inyectará esas dosis de vitalidad que por la enfermedad muchos pacientes pierden.
“Somos seres integrales. Somos seres con cuerpo, con emociones, pensamientos y un alma. Sanar implica afectar positivamente todos estos aspectos y lograrlo es el equilibrio de armonizarlos.”
Somos lo que comemos
La famosa frase del filósofo y antropólogo alemán Ludwig Feuerbach, incluida en su obra: “Enseñanza de la alimentación”, en 1850, “somos lo que comemos”, hoy en día tiene mayor trascendencia referencial, al punto de que a partir de ella se afirma que además de ser lo que comemos; “comemos lo que somos y comemos tal cual como vivimos”, pues la alimentación, es un reflejo de quienes somos, en qué creemos y cómo vivimos en medio de una sociedad y su respectiva cultura.
La alimentación del hombre ha sufrido una transformación a la par de su ritmo de vida y estilo. Así, cada vez más la humanidad se distancia de sus costumbres, cazadoras y recolectoras para dar paso a la agricultura y cría industrial de animales, para la alimentación moderna basada en la industrialización, donde se emplean: conservantes, sabores y colores artificiales, además de técnicas industriales de crianza de peces, aves y otros animales perjudiciales para el consumo humano.
La health coach, recomienda seguir un régimen alimenticio lo más orgánico posible, evitando los alimentos altamente procesados, leyendo cuidadosamente las tablas de contenido de estos alimentos procesados o empaquetados, a fin de conocer si sus ingredientes o técnicas de producción son perjudiciales o no para el consumo humano.
Cuide su salud mental y emocional tanto como su cuerpo
La conductora de “La flaka come sano”, también se refirió a la atención de la salud mental y emocional como parte de ese combo de autocuidados necesarios para gozar de salud plena.
En ese sentido, advirtió sobre los siguientes hábitos que pueden ser perjudiciales para la salud mental y emocional, citando al sedentarismo, pasar muchas horas dentro de casa y frente a equipos tecnológicos, tener pocas horas de sueño y sobrecargarse de compromisos que generen presión como conductas dañinas que requieren de cambios urgentes en quién este sumergido en ellos.
Bienestar espiritual como práctica para evolucionar
El bienestar espiritual es la reflexión de nuestras creencias y cómo gestionamos nuestros sentimientos de manera asertiva, sintiéndonos bien con nosotros mismos y teniendo buenas relaciones con nosotros mismos y los demás como parte del mundo exterior.
Cybill Carrero, indicó que, según su experiencia, la salud espiritual forma parte del modelo de asistencia integral, donde el paciente es tratado desde todas sus dimensiones – física, psíquica, social y espiritual – donde, como sabemos que la Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la salud como el equilibrio de todas esas facetas.
El cuidado de la salud espiritual no se limita al ámbito de la religión como motor de la reflexión sobre aspectos como: el sentido de la vida, la esperanza, la compasión y el perdón. La salud espiritual se centra en las creencias natas del hombre, donde se reconoce su capacidad de trascender.
En pocas palabras, la espiritualidad ayuda a encontrar ese hilo que, al conectar todas las facetas del individuo a través del propósito de vida, este se siente motivado a crecer cada día.
Recuerde que el éxito es una apreciación subjetiva, háblese amablemente y reconozca sus méritos por encima de la realidad de otros. Vigile sus hábitos y evite el autosabotaje. Aprender, desaprender y rea prender le será útil. ¡Usted puede transformar su mundo!.
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