El sodio es un nutriente esencial y en la cantidad apropiada es excelente para nuestra salud. No obstante consumirlo en exceso incrementa el riesgo de cardiopatías, así como de los accidentes cerebrovasculares, y de muerte prematura. Por eso es necesario reducir el consumo de sal para salvar vidas.
Sal oculta en los alimentos
Muchas veces pensamos que la solución está en reducir el consumo de sal directa. Esa que agregamos a los alimentos. Sin embargo el problema está en el sodio que contienen muchos de los producto de la industria alimenticia. Muchos enlatados utilizan el sodio para su conservación, productos como el queso, el jamón, entre otros también contienen sal oculta.
La organización sin fines Resolve to Save Lives publicó recientemente una base de datos mundial sobre nutrición de los alimentos envasados (Global Nutrition Database for Packaged Foods), que actualmente contiene datos sobre los nutrientes de los alimentos envasados de 25 países. Incluidos en esta base de datos Argentina y Chile. Una herramienta que te permite conocer la calidad de sodio que se encuentra en muchos alimentos y tomar previsiones en cuanto a su consumo.
El consumo de sal y el del glutamato de sodio.
La sal de mesa, la sal de maras de los incas y la sal de mar (cloruro de sodio) -aunque no deben consumirse en exceso- son menos dañinas para la salud, que un condimento como el glutamato de sodio o glutamato monósodico. Este condimento también conocido comercialmente como “ajinomoto”, realza el sabor de la comida y es muy utilizado en infinidad de productos, así como en restaurantes, ventas de hamburguesas, etc. Su consumo en exceso es muy perjudicial para la salud, por eso debemos seleccionar productos que no lo contengan.
Reducir consumo de sal como meta mundial
El primer informe realizado por la OMS sobre la reducción de la ingesta de sal (Global report on sodium intake reduction), demuestra que estamos lejos de lograr la meta mundial de reducir la ingesta de sodio en un 30% para 2025. De hecho solo el 5% de los Estados Miembros de la OMS desarrollan políticas obligatorias de reducción de sodio.
Políticas como los sellos frontales en los productos son algunas de las que se deben aplicar, sumadas a campañas de información, establecer metas a la industria de los alimentos para que contengan menos sodio. Medidas que según estimaciones podrían salvar la vida de unos 7 millones de personas de aquí a 2030.
Actualmente solo nueve países (Arabia Saudita, Brasil, Chile, España, Lituania, Malasia, México, República Checa y Uruguay) cuentan con un conjunto integral de políticas recomendadas para reducir la ingesta de sodio.
Evitar 100 millones de muertes por enfermedades cardiovasculares.
“Los países deben trabajar urgentemente para instaurar políticas obligatorias audaces de reducción de sodio dirigidas por los gobiernos a fin de lograr la meta mundial de reducir el consumo de sal para 2025”, declaró Tom Frieden, Presidente y Director Ejecutivo de Resolve to Save Lives, organización que busca ayudar a los países a prevenir 100 millones de muertes por enfermedades cardiovasculares en un intervalo de 30 años.
La ingesta media mundial de sal se estima en 10,8 gramos al día, más del doble de lo recomendado por la OMS, esto es, menos de 5 gramos de sal al día (una cucharadita). Tomar demasiada sal es el principal factor de riesgo de muerte vinculada a los alimentos y la nutrición. Se dispone cada vez de más datos que documentan los vínculos entre una alta ingesta de sodio y un mayor riesgo de sufrir otras afecciones de salud como cáncer de estómago, obesidad, osteoporosis y nefropatías.
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