Aunque la muda del pelo es algo que puede llegar a desesperar a los dueños, lo primero es comprender por qué se produce. El cambio de pelaje es un proceso natural que se produce dos veces al año, en primavera y otoño. La veterinaria Ana Martínez ofrece una serie de claves para cuidar a tus mascotas durante este proceso.
Los cambios de estación producen cambios en las mascotas. El cambio de temperatura y las modificaciones de las horas de luz generan modificaciones en su “reloj biológico”. Y uno de los principales es la muda de pelo en los perros.
Labradores, huskies, pastores alemanes o goldens retrievers cambian el pelo de forma abundante. Las razas de pelo corto, contrariamente a lo que se cree, también se ven afectadas de forma pronunciada. Es el caso de los dálmatas, los bóxers y los carlinos.
En general, las razas de pelo rizado como el caniche o poodle, prácticamente no mudan. Es por ello por lo que se recomiendan para hogares donde viven personas con alergias, por ejemplo.
El beneficio del cambio
La veterinaria granadina Ana Martínez, explica que es necesario estar consciente de este proceso que ocurre dos veces al año: en primavera y en otoño.
“Esas dos mudas de pelo son para acondicionar el pelaje a los cambios de temperatura, al clima. El pelo les sirve a los perros tanto para protegerse de las temperaturas como de los rayos solares”, explica la experta, quien labora en el Centro Veterinario Albayda.
En primavera la muda le sirve al perro para producir un pelo más fino que le ayuda a combatir el calor del verano. En el caso de la muda de otoño, el perro cambia de pelaje para producir un pelo más grueso que le protegerá de las bajas temperaturas del invierno.
¿Cuánto dura la muda de pelo?
Habrá mudas que casi pasen desapercibidas y otras que parecerán eternas. Cada muda tiene una duración que variará en función del clima, del tipo de pelo y del hábitat del perro.
“No es lo mismo un perrito de pelo corto que vive en un piso con calefacción en invierno y aire acondicionado en verano, que un perro que vive en una caseta en un jardín –señala la veterinaria. El primero tendrá una muda que parecerá eterna, porque no es tan vital para él protegerse de los cambios de temperatura y de las agresiones del clima. En cambio, el que vive en el jardín hará una muda mucho más rápida, pero más agresiva”.
La muda es un proceso natural
Según el tipo de pelo que tenga el perro, estará eliminando pelaje todo el año o no. “Normalmente los perros tienen 3 tipos de pelo: corto (como un bodeguero), largo (liso como un yorkshire o rizado como un caniche) y duro como un westy. Los perros de pelo corto estarán eliminando pelo todo el año, aunque se aprecie mayor cantidad en primavera y otoño. Y en los perros de pelo largo o duro no se apreciará las caídas entre las mudas, solo se desprende el pelo al cepillarlos”.
Sabiendo esto, la mejor manera para que la muda sea lo más llevadera posible “es adaptar la frecuencia del cepillado” para eliminar el pelo muerto, así como “los tipos de peines al tipo de pelo del perro”, indica. Y esto acompañado de una gran aliada para el hogar: la aspiradora.
Las peluquerías caninas
Otra medida importante que se puede adoptar cuando se empiece a notar que el perro comienza con la muda es llevarlo a la peluquería canina para que lo bañen.
“El peluquero le dará un buen baño de hidratación a la piel y luego lo secará con un expulsador de pelo. Esto es un aparato que tiene mucha más potencia que cualquier secador disponible en casa», explica. «Y con él, a la vez que le secan tras el baño, también le arrancarán el pelo muerto. Que es el que se cae y se quedará en la peluquería sin que llegue a casa”.
Hay personas que no aguantan la muda de su perro y optan por una vía más cómoda: llevarlo a la peluquería para que lo pelen. Pero ojo porque esto puede ser un error.
Lo primero, según dice Ana Martínez, “es muy importante dejarse aconsejar por los peluqueros caninos o los veterinarios. Ellos dirán qué es lo mejor para la mascota”. Con pelar al perro no estás evitando que suelte pelo, “lo único que se consigue, de una manera temporal, es que el tamaño de los pelos sea más pequeño, pero el perro sigue soltando los pelos de la misma forma”.
Peligro: rapar a los perros
Otro error muy común “es rapar a los perros de pelo corto porque eliminan mucho pelo o a los perros de pelo nórdico por la misma razón de manera frecuente. Hay veces que se corre el riesgo de padecer, por ejemplo, un síndrome post-rapado en el que se provoca una alteración en el crecimiento del pelo y como consecuencia no hay un crecimiento uniforme del manto”, advierte la veterinaria.
Al pelarlo, otra consecuencia pasa por provocar al perro “quemaduras solares en la piel por cortar el pelo tan corto. ¿Quién no ha visto la típica imagen del westy de color rosita en verano? No quiere decir que sea malo pelar a un perro, que no lo es –aclara Martínez–. Pero siempre hay que acudir a buenos profesionales que orienten bien sobre qué es lo mejor para el perro en función del tipo de perro, de su hábitat (si vive en el interior de una casa, en un patio, en un cortijo, etc.) y del tipo de pelo que tenga. Y por supuesto, hay que desconfiar de los peluqueros que dejan el pelo del perro ‘»lo más cortito posible para que el pelado dure más”. Ese es un craso error.}
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