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Nadie me contó: La novela de Astrid Gil-Casares que desnuda los problemas del matrimonio

El lanzamiento del ramo de bodas marca el principio de la vida matrimonial. El comienzo de una etapa de la pareja de la que poco se habla. «Nadie me contó» es una novela de Astrid Gil-Casares que pone luz a esa fase. La autora narra cómo la ilusión de un matrimonio feliz se degrada a medida que enfrenta una realidad de dominación y desinterés.

En «Nadie me contó», la primera novela de Astrid Gil-Casares se revela la experiencia matrimonial de Gaelle. Cómo tras casarse con un hombre a todas luces perfecto (inteligente, carismático, seductor, poderoso), no experimenta la historia feliz de los cuentos de hadas.

Un relato inteligente y lleno de ritmo que devela qué pasa cuando una mujer sigue enamorada pero su pareja no. Un reflejo del sufrimiento que se vive en el matrimonio cuando a tu pareja ya no le gusta nada de ti, pero no te deja ir.

A continuación la misma autora nos acerca a esta historia íntima y delatora, que muestra una problemática recurrente en sociedades como la nuestra, donde la mujer tiene el peso de la familia sobre sus hombros.

¿Es «Nadie me contó» una historia autobiográfica?

Mucha gente me ha preguntado en estos últimos meses si «Nadie me contó» (La Esfera de los Libros, 2020) es una historia autobiográfica. Mis respuestas siempre fueron que se trata de una novela, no de una autobiografía, y que el nombre de la protagonista es Gaelle, no Astrid. Sin embargo, estas respuestas no saciaban por completo la curiosidad.

Es habitual leer o escuchar acerca de que los autores escriben sobre aquello que conocen, y que a través de la ficción analizan su propia vida, o la de aquello que les rodean, desde una óptica nueva.

Creo que eso es algo que todos hacemos en algún momento dado de nuestras vidas, sea de manera escrita o no.

Y creo también, por supuesto, que es necesario hacerlo.

¿Por qué asumir esta temática?

Escribir esta historia nace de la necesidad de reflejar lo que les ocurre a muchas mujeres de una generación que han vivido un matrimonio donde las cosas se han ido transformando en algo muy distinto y que, tristemente, conducen hasta otro final que no era el deseado.

¿Qué te inspiró?

Los miedos y las inseguridades se convierten sin que nos demos cuenta en compañeras de viaje, y la autoestima comienza a sufrir cada vez más daños, quedando maltrecha. Pero al escribir no quería recrearme ni en la tristeza ni en la autocompasión. Quería mostrar, a través de un personaje como el de Gaelle (al que la vida le ha dado un revés muy grande), que todas tenemos la oportunidad de levantarnos y de rehacernos a nosotras mismas. Que está en nuestras manos recomponernos y admirar la vida como lo que es: una oportunidad.

Cuéntanos de Gaelle, el personaje principal de la historia.

Gaelle es una mujer que, tras sumirse en la oscuridad después de un divorcio complicado, con dos hijos pequeños de por medio, decide hacer frente a su nueva vida.

Termina entendiendo que depende de ella buscar la felicidad de nuevo, y ese es el viaje que emprende: el de reafirmarse en su libertad, en su independencia. Y el de abrir de nuevo las puertas al amor. Porque mujeres como Gaelle pueden llegar a creer, tras una experiencia dura y traumática, que son las culpables de lo malo que ha sucedido.

Pueden llegar a pensar que los menosprecios que reciben de aquellos a quienes más han amado están justificados, que son merecidos. Y por culpa de algo así pueden llegar a aceptar que no merecen querer ni ser queridas de nuevo.

¿Cómo resumirías «Nadie me contó»?

Por suerte, las ganas y la fortaleza que todas guardamos dentro nos pueden guiar de nuevo hacia una vida que sí merecemos. Y esa es la historia narrada en «Nadie me contó»: la de una mujer (la de tantas mujeres) que decide no rendirse y buscar lo que merece, lo que desea tener en su vida. Libertad, independencia y amor. Amor real.

¿Un poderoso mensaje de esperanza?

Todas merecemos lo mejor, porque, aunque la vida pueda ponernos piedras en el camino y confundirnos muchas veces, no hemos venido aquí a resignarnos a sufrir. Podemos superar el dolor si de verdad lo deseamos. Y esta novela pretende ser una mano tendida a quienes tengan ese deseo. El de vivir queriendo y siendo queridas.

Algo que debería estar presente tanto en la ficción como en la realidad misma

Astrid Gil-Casares es una escritora y guionista española.

Astrid Gil-Casares
Cortesía de Revista Hola

 

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Ser honesta: la mejor forma de encontrar la pareja ideal

Si estás buscando una relación seria, debes ser honesta desde el principio. Puede que te preocupe que vas a ahuyentar a ciertas personas. Pero en realidad, estás eliminando a las personas que de todos modos no funcionarían contigo

Llegada cierta edad las personas buscan relaciones serias. Uno de los consejos que por lo general no te dicen las amigas es el de la honestidad y comienza el juego de las apariencias. Tratamos de adaptarnos lo mejor posible a la imagen de lo que creemos le puede gustar a la otra persona. Comenzamos a perdernos un poco nosotras mismas. Si de verdad estás buscando una relación seria, no comiences a ser honesta, cuando ya es demasiado tarde.

Es preferible ser honesta desde el principio y que la persona se vaya si no le interesas, con tus defectos y virtudes, a que mentir y que invariablemente se vayan cuando se den cuenta que no encajan. De ser así te habrían terminado rompiendo el corazón. Habrías terminado pasando meses, tal vez incluso años, tratando de lograr una relación estable, sin lograrlo. Algo muy frustrante.

Ser honesta desde el comienzo

Al momento de comenzar una relación también debemos ser honesta; decir que nos gusta y que no. Muchas veces dejamos pasar las cosas, nos sentimos mal y al momento de tomar las decisiones ya hay cosas que perder. Si por el contrario dices que te incomoda. Y estableces claramente que no estás dispuesta a tolerar en una relación. Pueden ocurrir dos cosas; cambian sus acciones para hacer la relación funcione o pueden decidir que no están dispuestos a hacer esos sacrificios. En ese momento puedes dar por terminada la relación.

Pedir aclaratorias

Un error de muchas mujeres es tratar de interpretar que realmente quiso decir su pareja o posible pareja. Nuevamente hay que ser honesta al respecto. No tienen que pasar horas tratando de descifrar las señales mixtas. No tiene que enviar capturas de pantalla de sus mensajes a todas sus amigas, tratando de averiguar qué significan esos mensajes.

Simplemente debemos ser honestas y hacer la pregunta sobre aquello que te ha estado molestando. Puedes ser franca. No hay nada que te impida enviar un mensaje de texto directo o sentarlos para una conversación madura y adulta y solucionar así cualquier duda.

A dónde vamos con esta relación

A ninguna mujer le gusta perder el tiempo y otra forma de ser honesta es preguntarle a la persona que te interesa hasta dónde ven la relación. Si están interesados ​​en algo serio. Tienes que hacer preguntas y de hecho puedes hacerlas. Es parte de estar en una relación saludable donde la comunicación es clave. Ser honesta y no trates de parecer como si fueras a quien le importa menos la relación. Si la persona te demuestra eso y quieres que tu tampoco asumas la relación con seriedad probablemente no estén listas para un compromiso. Probablemente no compartan la misma dirección que tú llevas.

La persona adecuada encontrará tu forma transparente de encarar las cosas como algo refrescante. La persona adecuada se sentirá aliviada de que no esté jugando juegos mentales y enviando señales confusas. La persona adecuada va a admirar tu honestidad, y también será honesta.

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Italianos prometen celebrar festival de Venecia en septiembre

Italianos prometen realizar el festival de Venecia en su 77 edición. El evento se llevará a cabo del 2  al 12 de septiembre, a pesar de la pandemia del COVID-19. Causante de la suspensión de importantes eventos y del cierre de glamurosos teatros y museos.

El famoso festival de Cine y el más antiguo del mundo, dirigido por Alberto Barbera; se realizarán entre 02 y 12 de septiembre. Así lo anunció en un comunicado de prensa de la Bienal de Venecia, la institución que organiza la 77 edición de este evento.

Festival de arquitectura también se realizará

Los organizadores confirmaron también que la 17 edición de la Bienal de Arquitectura, presidida por Hashim Sarkis, se llevará a cabo del 29 de agosto al 29 de noviembre, tal como se decidió a comienzos de marzo, cuando fue pospuesta por tres meses debido al brote de coronavirus.

La Mostra Mínima

La Mostra de Venecia, que suele acreditar a más de 2000 periodistas, será reducida debido a la pandemia. Las proyecciones serán programadas para un público limitado de críticos y con pocos invitados extranjeros, explicaron los organizadores.

Italia se prepara a levantar el confinamiento en vigor hasta el 3 de mayo y estudia la manera de evitar de nuevo una ola epidémica limitando las agrupaciones de personas. «El festival podrá convertirse en un gran laboratorio para todo el sector», adelantó Cicutto.

Fuente DW

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La curiosa mascarilla de los médicos renacentistas

mascarilla medieval

La peste negra era letal y visitar a los enfermos acarreaba una alta posibilidad de contagio. Para protegerse, los médicos usaban un uniforme que precede al actual. Capa larga y mascarilla con filtro. La indumentaria resultaba tan curiosa que sobrevive hoy en día, pero como disfraz. Es la clásica mascarilla con pico de ave que se usa en los carnavales venecianos.

Había miedo y muerte en todas partes. Solo “el doctor de la peste” o “Il Dottore della peste” entraba a las casas en lugar de huir. Tras dejar una gran mortandad en el medioevo, la peste resurgió varias veces en el renacimiento. Y fue tal la impresión que dejó el médico de la época, con su mascarilla y traje especial, que su estampa aun sobrevive.

La peste negra comenzó en 1347 en Génova y de allí se expandió al resto del continente. Su paso fue desolador: murieron 48 millones de personas, se estima que entre el 60% y 80% de la población. La mayoría falleció por la enfermedad, pero muchos niños y ancianos murieron por abandono o falta de recursos. En los años siguientes hubo nuevos brotes. Entre 1575 y 1577 resurgió con voracidad en Venecia, y ahí nacieron los personajes del extraño atuendo.

Mascarilla y otros adelantos

Ante la emergencia sanitaria, los médicos venecianos tomaron acciones. Aislaron a los enfermos y a los casos sospechosos en el Lazaretto Vechio y el Lazaretto Nuovo, dos islas-hospitales. Tomaron la iniciativa de levantar estadísticas de la epidemia, por primera vez en la historia médica. Crearon listas con enfermos y personas fallecidas para hacerle seguimiento a la gravedad epidemiológica. Y establecieron un uniforme protector para su personal de salud.

Las curiosas mascarillas se caracterizaban por su largo pico de ave, cuya imagen es tan característica en los festivales de carnaval, eran parte del atuendo. Entonces se ignoraba que el origen de la peste eran las pulgas de las ratas. La teoría imperante era que provenía de los pájaros y que se contagiaba por vía aérea, al entrar por los poros.

Precedente del tapabocas y las antiparras actuales, la mascarilla renacentista tenía peculiaridades interesantes. La zona del pico era un “canal sanitizante” de 15 centímetros, que contenía plantas aromáticas, especias y miel para mitigar los olores. A veces también perfumes. En la falsa nariz había dos agujeros que filtraban su contenido en las fosas nasales del médico. Como añadido permitía mantener el rostro a cierta distancia del aliento del enfermo.

Otra característica eran los anteojos. Eran parte de la mascarilla y estaban hechos con globos de cristal. Su fin era salvaguardar los ojos de las pústulas bubónicas, que estallaban con frecuencia y de forma imprevista. El sombrero de ala ancha y la ropa también tenían un sentido protector para evitar el contagio con los agonizantes.

El traje incluía guantes de cuero de cabra, un largo abrigo de cuero encerado aromatizado y una vara. Esta era para apartar a quienes se acercaban demasiado. Aunque algunos historiadores afirman que servía para golpear a quienes solicitaban ser castigados para que sus pecados fueran perdonados. Las calzas iban dentro de las botas y la camisa metida dentro del pantalón.

Los diseños clínicos

El diseñador de tan peculiar traje fue un médico. O al menos a él se le atribuye la descripción precisa de la indumentaria. Se trata del francés Charles de Lorme (1584-1678), hijo del médico de la reina María de Médicis. Siguiendo los pasos de su padre se graduó a los 23 años en la Universidad de Montpellier y llegó a tener un gran prestigio entre la realeza europea del siglo XVII. Además de atender a miembros de la Casa de los Medici, fue médico principal de Louis El Justo y del hermano del rey Gastón, duque de Orleans. También de tres reyes franceses: Enrique IV, Luis XIII y Luis XIV.

Después de su contribución a la vestimenta médica, la historia de la mascarilla se desarrolló con lentitud. Actualmente existen muchas y para diferentes fines. Pero a principios del siglo XX, con la llegada de la gripe española, todavía no había buenas opciones. Dato curioso: en ese momento las mascarillas pasaron de ser de uso médico a uso común. La gente las confeccionada con materiales caseros y procedimientos ingeniosos. Pero con fines igual de desesperados que en la edad media y el renacimiento. O como en muchos hogares actuales ante la pandemia.

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Cuplé se une a la lucha contra el COVID-19

Cuplé donación médicas

La marca de moda femenina y zapatería de mujer Cuplé está donando el 10% de sus ventas online desde el 30 de marzo a instituciones que luchan contra la pandemia. Conscientes además de la necesidad del personal sanitario, también están confeccionando batas quirúrgicas para donarlas a hospitales españoles.

Nota de Prensa. Tras la declaración del Estado de Alarma en España por parte del Gobierno Central el pasado 13 de marzo. Con la idea además de contribuir en la lucha contra el COVID-19, la marca de moda femenina y zapatería de mujer Cuplé se ha puesto en marcha para combatir esta pandemia a través de distintas iniciativas.

Donan el 10% de las ventas

Desde el 30 de marzo, la marca está donando el 10% de sus ventas online a varias instituciones tanto locales como nacionales dedicadas a la investigación y a la lucha contra el COVID-19; como el movimiento #YoMeCorono iniciado por el Hospital Germans Trias i Pujol, la Fundación de Lucha Contra el Sida y la Fundación IrsiCaixa. Instituciones que ya han conseguido casi 2 millones de euros para la investigación de la pandemia del coronavirus.

Además, Cuplé también ha querido volcarse y poner los recursos de la empresa a disposición de quienes están al frente de la batalla por la vida; el personal sanitario. Así, tal y como explica Paco Sánchez, CEO de la firma; “Desde sus inicios, Cuplé tenía claro que quería ser una empresa colaboradora en las causas sociales, y en estos momentos en los que tan crudamente está atacando el COVID-19, qué menos que unirnos a los sanitarios con lo que más necesitan: material para poder preservar sus vidas. Por ello estamos confeccionando en nuestras fábricas batas quirúrgicas manteniendo las normas sanitarias que rigen en la elaboración de las mismas que ya estamos donado al Hospital General Universitario de Elche y el Hospital Vega Baja de Orihuela para que nuestros sanitarios estén lo más protegidos posible. En estos momentos, esta es nuestra prioridad y todo lo que esté alcance de nuestra mano lo pondremos a disposición de estas entidades sanitarias que luchan contra el virus”.

Cuplé comprometida con las causas sociales

Moda y calidad con el sello ‘Hecho en España’ son las herramientas con las que cuenta la empresa que dirige Antonia Pastor desde 1987, año de su fundación.

El éxito del negocio de Cuplé viene acompañado además por su papel solidario. Colaborar en causas sociales, como las destinadas a combatir la violencia de género, ayudas a colegios para personas con discapacidad y a asociaciones que buscan visibilizar las enfermedades raras.

La obra social que desempeña la firma alicantina se ha centrado especialmente en la mujer; en los últimos cinco años colaborando con entidades con fines no lucrativos que trabajan para dar a la mujer un papel protagonista en la sociedad y lograr así un trato igualitario en todos los ámbitos de la vida.

Ahora, la empresa centra esfuerzos en la lucha del COVID-19 para contribuir a controlar la pandemia lo antes posible.

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Las recetas secretas de Disney Parks para hacer en cuarentena

Disney Dole

Con los parques de diversiones cerrados y los restaurantes incapaces de ofrecer su servicio debido a la pandemia del coronavirus Disney Parks y otras cadenas, al igual que lo han hecho centros de entretenimiento como los grandes teatros, o los estudios de cine, ofrecen alternativas para disfrutar desde casa.

Disney Parks, la cadena de hoteles DoubleTree y varios restaurantes están colocando a disposición del público las recetas para preparar algunos de sus platos icónicos, para que las personas puedan hacerlos desde la comodidad de su casa durante la cuarentena.

«Una galleta con chispas de chocolate caliente no puede resolverlo todo, pero puede brindar un momento de placer y felicidad», dijo Shawn McAteer, vicepresidente senior y jefe global de DoubleTree de la cadena Hilton, en un comunicado que comparte la receta de las galletas exclusivas del hotel.

Aquí hay recetas oficiales que pueden ser hechas por usted mismo de platos famosos para disfrutar hasta que sea seguro ir a los sitios donde comprar los productos originales.

El famoso Dole Whip de los parques de Disney

Cuando muchos de sus visitantes recuerdan Disneyland y el Walt Disney World Resort, piensan en el sabor de la piña del famoso Dole Whip, un helado de servicio suave que se vende fuera de la clásica Enchanted Tiki Room, (La sala Tiki).

Aunque la Sala Tiki no está recibiendo visitantes en este momento, la aplicación Disney My Disney Experience ha publicado cómo hacer el helado suave de piña afrutada.

La siguiente receta es de cuatro porciones y tarda cinco minutos en prepararse. (Según una receta en el sitio web de Dole, el helado suave original no contiene lácteos, por lo que es posible que prefiera comprar un helado de vainilla sin lácteos para que su creación sea auténtica).

Ingredientes:

  • 1 cucharada grande de helado
  • 4 onzas de jugo de piña
  • 2 tazas de piña congelada

Instrucciones:

Agregue piña, helado y jugo a una licuadora. Comience a mezclar a baja velocidad y aumente a alta velocidad. Mezclar hasta que esté suave. ¡Asegúrese de que la tapa esté bien apretada! Use una manga pastelera con punta de estrella para crear un remolino clásico, o simplemente saque los cuencos.

Bocaditos de churro de los parques de Disney

Otra opción de postre de Disney son las picaduras de churro que se sirven en todos los parques. Aquí se explica cómo hacerlos en casa, según el blog de parques de Disney. La receta sirve para cuatro porciones.

Ingredientes:

  • 1 taza de agua
  • 8 cucharadas de mantequilla
  • ¼ cucharadita de sal
  • ¾ cucharadita de canela molida
  • 1¼ tazas de harina para todo uso
  • 3 huevos
  • 1½ tazas de aceite vegetal o de canola
  • ½ taza de azúcar

Instrucciones:

Combine agua, mantequilla, sal y ¼ cucharadita de canela en una cacerola a fuego medio. Espera que esté bien caliente. Reduce a fuego bajo. Agregue la harina y revuelva vigorosamente hasta que la mezcla forme una bola. Retirar del fuego y dejar reposar durante 5-7 minutos.

Agregue los huevos, uno a la vez, y revuelva hasta que se combinen. Dejar de lado.

Caliente el aceite en una sartén mediana o una cacerola de 1 cuarto de galón a fuego medio-alto o hasta que la temperatura alcance los 350 grados.

Con una cuchara, coloque la masa en una manga pastelera con punta de estrella grande. Coloque una tira de masa de 1 pulgada sobre la cacerola, córtela con un cuchillo y colóquela en aceite caliente. Repita hasta que las picaduras de churro llenen la cacerola con espacio para freír.

Freír las picaduras de churro hasta que estén doradas. Retirar con una cuchara ranurada o un colador de araña de malla. Escurra las picaduras de churro en una toalla de papel.

Mezcle el azúcar y ½ cucharadita de canela en un tazón mediano. Mezcle las picaduras de churro hasta que estén cubiertas. Colocar en un plato para servir y servir con la salsa para mojar favorita.

Queso asado de Toy Story 

Para el Día Nacional del Queso a la Parrilla, el Blog de Parques de Disney compartió cómo hacer el sándwich de tres quesos a la parrilla que se ofrece en Woody’s Lunch Box en Disney World.

Así es como se hace para cuatro personas.

Crema de queso para untar 

Ingredientes:

  • ½ taza de queso crema
  • ½ taza de Double Gloucester o cheddar rallado
  • 2 cucharadas de crema espesa
  • ¼ cucharadita de sal gruesa

Ingredientes para la pasta de ajo:

  • 1 taza de mayonesa
  • 1½ cucharaditas de ajo picado
  • ½ cucharadita de sal gruesa

Ingredientes sándwich de tres quesos a la parrilla:

  • 8 rebanadas de pan artesanal
  • 8 lonchas de queso cheddar
  • 8 rebanadas de provolones

Instrucciones para untar crema de queso:

Combine queso crema o el cheddar, crema espesa y sal en el procesador de alimentos. Mezclar hasta que esté suave. Dejar de lado.

Instrucciones para el untable de ajo:

Combine la mayonesa, el ajo y la sal en un tazón pequeño y revuelva hasta mezclar. Dejar de lado.

Instrucciones para el sándwich de tres quesos a la parrilla:

Coloque las rebanadas de pan artesanal en papel pergamino o una tabla de cortar grande.

Coloque dos rebanadas de queso cheddar en cuatro rebanadas de pan. Coloque dos rebanadas de provolone en las rebanadas de pan restantes. Igualmente, coloque el queso crema sobre las rebanadas con provolone. Suavemente alisar el queso crema sobre cada rebanada.

Presione el lado cheddar y el lado provolone juntos. Calienta una sartén grande a fuego medio durante 5 minutos, hasta que esté caliente. Cepille ambos lados de los sándwiches con ajo para untar. Caliente los sándwiches durante 2 minutos por cada lado, hasta que el queso se derrita y el pan esté dorado.

Más recetas: Aquí

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El largo mediodía del diplomático: Relatos en tiempo de cuarentena

Una interrogante sobre la historia político intelectual latinoamericana, del investigador del   Consejo Nacional de Investigaciones  Científicas y Técnicas  (CONICET), de la República Argentina,  y profesor de la Universidad de Buenos Aires, Elías José Palti, sirve de preámbulo a El largo mediodía del diplomático, relatos en tiempos de cuarentena, del escritor y diplomático argentino, Eduardo Porretti, una serie de fragmentos que no parecen tener relación entre sí, pero que, sin embargo, logran plasmar la compleja multiplicidad de una metrópolis como lo es la ciudad de Nueva York, con una técnica casi cinematográfica,  que registra cada uno de los momentos, cámara-ojo.

Ernesto Pellegrini, el narrador, se debate en lo que parece ser la dualidad del oficio diplomático: experto negociador o intelectual.   El contrapunto preciso: «De hecho -se dice a sí mismo- en la jerga diplomática se les denomina, con bastante justicia, expertos.  El experto es que el asiste a las reuniones, lee los documentos, negocia decisiones (a veces por cifras siderales), articula nociones sofisticadas en un idioma que no suele ser el suyo y prepara detallados informes.  Es un burócrata pero al mismo tiempo es –claramente- un intelectual.»   ¿Acaso una metáfora sobre el protagonismo deshumanizado de nuestros días?.

El relato del diplomático:

La frase más trillada del planeta Tierra es también es cierta: Nueva York es la ciudad más cinematográfica del mundo.  Viviendo o paseando por ella uno cree haber estado allí antes, porque ha visto sus lugares más emblemáticos en escenas de cine.

   Ernesto Pellegrini piensa justamente en eso cuando camina por Sutton Place, cruza la 59 y ve en movimiento al teleférico que lo llevará a Roosevelt Island. Saca su ajada metrocard y mientras intenta que funcione, escuchaa una anciana detrás suyo que protesta diciendoI don´t have time for that, al tiempo que dos adolescentes en patineta tiran el skate por debajo del molinete y de un salto pasan sin pagar.

   Pellegrini admira la maniobra mientras se pregunta qué fue de los law-abiding citizens de los que tanto hablaba Weber y Monstesquieu en sus estudios sobre el país del Norte. La anciana mejora sus insultos. Luego de varios intentos, Pellegrini logra que el arrugado cartón amarillo -con una inestable franja negra- finalmente funcione y habilite su paso rumbo al transfer. Ya está arriba del teleférico cuando recuerda la última escena de The Professional.

   Una admirable Natalie Portman -devastada por la muerte de Leo, un hitman de la mafia italiana- viaja en el transfer rumbo a Roosevelt Island para internarse en una escuela de pupilas. La escena es memorable: el personaje de Portman simboliza su nueva vida enterrando una planta -que Leo cuidaba obsesivamente- en el jardín de la escuela, mientras la música de Sting inunda la pantalla con la bella melodía de Shape of my heart y la cámara sobrevuela la Isla.

   Ernesto Pellegrini camina por la Isla, sabiendo que tiene un inusual mediodía libre. Es un experto que trabaja la agenda de desarrollo en las Naciones Unidas y representa a un país del sur del planeta El trabajo es agotador, pero ese inusitado día tiene tiempo. Esquiva una bicicleta mientras tararea he doesn´t play for the money or winnings, he doesn´t play for respect, dice Gordon Sumner, en su rezo laico sobre los naipesPellegrini recuerda entonces la milonga de Jacinto Chiclana y los textos de Borges a favor del coraje inveterado, inexcusable.

   Mientras recorre la isla, el experto especula que si la historia –como insistía Pareto- es un cementerio de aristocracias,esta isla parece un museo de las obsesiones anglosajonas: cada capa de arquitectura es tapada por la siguiente, como las élites de malandros y los edificios decimonónicos en Gangs of New York, la novela de Herbert Asbury con célebre prólogo de Jorge Luis Borges.

Así, Pellegrini deja atrás las ruinas de un hospital de viruela que parece un castillo gótico, un bello edificio octogonal con forma de iglesia que fuera un asilo para enfermos mentales, dos bibliotecas, cuatro parques, innumerables hospitales, dos farmacias y esquiva un aluvión de turistas asiáticos que se sacan fotos entre ellos para alcanzar, finalmente, el sur de la isla.

   Se sienta en un banco de cemento y contempla el Four Freedoms State Park, en honor a Franklin Delano Roosevelt. El magnífico memorial es un merecido homenaje a uno de los pocos políticos que Pellegrini –dueño de un especial cinismo hacia la clase política- admira sin ambages.

El monumento fue originalmente diseñado por el famoso arquitecto Luis Kahn en 1972. La repentina muerte de Kahn en 1974 y la insolvencia de la ciudad de Nueva York en esos tiempos demoraron el proyecto por décadas. Finalmente, el 17 de octubre de 2012, fue inaugurado con la presencia de la élite política estadounidense, con figuras como el ex Presidente Bill Clinton, el Governador Andrew Cuomo, el Alcalde Bloomberg el ex Gobernador Mario Cuomo, celebridades como Henry A. Kissinger y los familiares de FDR.

   El 5 de noviembre de 1940, en plena Guerra Mundial, FDR fue elegido presidente para un tercer mandado,una situación sin precedentes en la política estadounidense, en medio del avance alemán sobre Europa y con buena parte de los EEUU en una posición aislacionista. En ese delicado contexto histórico, FDR brindará un discurso anual al Congreso (State of the Union Address). La preparación del discurso fue convencional: Harry L. Hopkins, Samuel I. Rosenman y Robert Sherwood prepararon un borrador inicial, junto a sugerencias que aportaron asesores del Departamento de Estado como Adolf A. Berle, Jr. y Benjamin V. Cohen.

Los asesores le prepararon un discurso que hablaba de le necesidad del involucramiento americano en la guerra, la importancia de la ayuda a Gran Bretaña y de aumentar la producción de la industria bélica doméstica. Pero el presidente buscaba cómo rematar sus dichos, con un alegato final. Samuel

Rosenman cuenta que la noche anterior esperamos mientras él se hamacaba en su mecedora mirando el cielorraso. Hubo una larga pausa, tan larga que nos pusimos incómodos. Luego empezó a dictar, muy lentamente, el cuarto párrafo, sobre las Cuatro Libertades.

   Las ideas enunciadas en el cuarto párrafo –la libertad de expresión, de religión, de vivir sin penuria y sin miedo- fueron los principios fundacionales de la Carta del Atlántico declarada en 1941 por Winston Churchill, la declaración de las Naciones Unidas en enero de 1942 y la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948: In the future days, which we seek to make secure, we look forward to a world founded upon four essential human freedoms. The first is freedom of speech and expression – everywhere in the world. The second is freedoms of every person to worship god in his own way – everywhere in the world. The third is freedom from want…everywhere in the world. The fourth is freedom from fear…anywhere in the world. That is no vision of a distant millennium. It is a definite basis for a kind of world attainable in our own time and generation

Un jubilado protegido del sol con una gorra de los Marlins, una bandera de los EEUU en una mano y una botella de agua mineral en la otra se sienta a su lado, mientras Pellegrini mira hipnotizado el monumentoa FDR. Él era un comunista, alcanza a decir el hombre, que limitó la libertad y no sabía de economía, para que el diplomático empiece a hablar sin parar: precisamente, fue Karl Marx quien usa por primera vez el término desarrollo económico en 1887, en el prefacio de la primera edición de El Capital.El jubilado lo mira sin entender y Pellegrini aprovecha para insistir: el concepto de desarrollo evolucionará a principios de siglo XX del uso intransitivo a un uso transitivo del término. El jubilado se saca la gorra, se rasca la calvicie y sigue –indiferente- su camino.

   Una turista delgada y con rasgos asiáticos se sonríe ahora a su lado. Pellegrini imposta la voz y le habla de Harry Truman, del progreso industrial, del Enfoque de la Modernización y luego la Teoría de la Dependencia.Mientras habla, Pellegrini mira por el rabillo de su ojo izquierdo y ve que la turista ha abandonado el banco. Piensa que ha sido muy esquemático, o demasiado vertiginoso. Una señora corpulenta se acomoda en el banco, con un tejido a medio terminar. Pellegrini sonríe aliviado y le comenta del Nuevo Orden Económico internacional, del Enfoque del Desarrollo Sostenible y del Consenso de Washington.

   La señora masculla una frase ininteligible, recoge su tejido a medio terminar y sale caminando, trastabillando del apuro. Pellegrini enmudece. Por un momento, piensa que a nadie más le interesa hablar de desarrollo, pero un milagro sucede: un joven con pinta de ejecutivo, de traje a rayas como un mafioso italiano y con un libro sobre inversiones se sienta a su lado y empieza a tomar lo que parece un cappuccino de Starbucks.Pellegrini se envalentona y sin mirarlo, le empieza a contar del Enfoque de Desarrollo Humano, luego de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y finalmente de los  Objetivos del Desarrollo Sostenible.

   Mientras recupera el aliento, Pellegrini toma conciencia de que el ejecutivo se ha ido sin terminar su cappuccino y que los turistas lo miran raro. Temía que alguno llamara a la policía, pero una chica vestida con una camisa blanca y una larga falda color crema no sólo se sienta a su lado, sino que le habla: Todo esto está muy bien –le dice con un acento sureño– pero usted sólo habla de consumo.

   Pellegrini, aliviado, retoma su rezo laico: hay enfoques alternativos y post desarrollistas: Foucault y Wolfang Sachs. ¿Hay más –pregunta la joven, mientras se acomoda el cabello lacio detrás de su oreja derecha en la que tiene varios aros plateados- o no tiene más aliento? Pellegrini se sorprende por el desafío: el desarrollo autonómico de Nyerere y el Desarrollo a la Medida Humana de Manfred Max Neef.Pellegrini piensa que la joven lo mira con atención, así que sigue:el movimiento “Fair Trade”, el consumo socialmente responsable, el concepto de seguridad humana,el paradigma de la cooperación Sur-Sur y el foco en la desigualdad distributiva en Thomas Piketty.

   Acomoda su mochila y convencido del interés de la joven gira hacia su izquierda, sólo para ver que un muchacho alto con un jean color ladrillo y el cabello castaño cayendo sobre su frente la toma de la mano. Pellegrini los ve alejarse con la parsimonia de los enamorados, mientras busca retomar el control, con su mente empapada de imágenes atropelladas como el video de We didn´t star the fire, de Billy Joel, burlándose de las modas políticas que se piensan eternas.Mira con melancolía la cadencia de la pareja al caminar, pero eso no le impide susurrar que le hubiera gustado hablarle también de la multi-dimensionalidad de la pobreza, la desigualdad estructural de género y de las mega-ciudades.

   Una niña rubia come su helado mientras lo observa con asombro y los escucha murmurar que no debemos olvidar la divergencia internacional y los desafíos del cambio climático. La madre mira desconfiada a Pellegrini y se lleva la niña de un brazo. Pellegrini mueve sus manos explicando a nadie ya que resulta clave la pobreza estructural y la desigualdad no monetaria. Un policía lo mira con poco disimulo, así que Pellegrini baja la voz para recitar sobre las raíces históricas del Estado de Bienestar.

   Ernesto Pellegrini deja atrás el monumento a FDR y logra entrar a un café, que milagrosamente tiene ventanas. Mira por la venta y ve una obra en construcción con obreros con sombrero plástico amarillo y amplios pantalones carpinteros de jean en cuyos bolsillos se asoman destornilladores, pinzas y otras cosas que no logra identificar.

   Sentado en la mesa –luego de encontrar un café y que tenga un ventanal- ocurre el tercer milagro del día: un mozo le toma el pedido. Es un joven atlético y con lentes gruesos de color negro. Le sonríe y Pellegrini aprovecha para decirle que Seny Nussbaum me gustan mucho. Pero – dice Pellegrini mirando seriamente al mozo y levantando el dedo índice de su mano derecha– nada de todo esto hubiera sido posible sin el cuarto párrafo de FDR y sus cuatro libertades, un hito en la historia del desarrollo.

   El mozo no deja de sonreír y se aleja con cautela. Al rato, Pellegrini dibuja una firma con su mano derecha en el aire inestable del bar y el joven regresa con un ticket. El diplomático ve que se trata de una nota interna y no de un ticket fiscal. Lo mira y le dice que es importante pagar impuestos, ya que mucha gente pone su foco en la evasión fiscal, pero las grandes fortunas practican la elusión fiscal. El mozo, ya visiblemente atemorizado, regresa con un ticket en regla, le cobra y se esconde tras la barra con el teléfono en la mano.

   El diplomático revuelve su taza de cortado y suspira pensando que su trabajo es como ser entrenador de fútbol. Por alguna razón, todo el mundo opina sobre los modelos de desarrollo, así como algunos insultan al DT de su selección por no poner dos números 9 juntos en el área rival. Ha estudiado en universidades exigentes y ha negociado en los escenarios más complejos. Ha tomado clases con Sakiko Fukuda-Parr y discutido en público con Jeffrey Sachs. Por eso sabe que no hay nada peor que simplificar la mirada sobre el desarrollo.

   Con abollado estoicismo, Pellegrini soporta –rodando, es cierto, a veces, sus ojos hacia atrás- como historiadores versados en historia imperial, antropólogos obsesionados con la Madre Tierra, astrónomos que no descubren estrellas, urbanistas anodinos, botánicos sin invernadero, filósofos con caspa en los hombros de sus sacos, malabaristas, abogadas de grandes firmas vestidas en tailleur y con el cabello peinado con un rodante, profesoras de inglés, lectores de tarot que le auguran fracasos,bibliotecólogos que suspiran cuando pide libros de Hegel, gestores culturales con olor a transpiración, semiólogos que insisten en que el ser mora en el lenguaje, detectives especializados en infidelidades, folcloristas, pasantes de ONG que lo consideran parte del problema, ebanistas con no poco talento, magistrados de calvicie incipiente, contadores que no lo ayudan con sus impuestos, taxistas de derecha, sociólogos posmarxistas, cineastas, taxidermistas, cantantes de éxitos de los ´80, agentes inmobiliarios, periodistas que culpan al populismo, jardineros expertos en difenbaquias, coach que insisten en que tiene un problema de actitud, yoguis que no se relajan, fisicoculturistas, pianistas obsesivas, modelos muy delgadas, corredores de bolsa, médiums, ingenieras en sistemas, misioneras cristianas, libreros que se molestan cuando insiste con Echenoz, analistas de mercado, fotógrafas, podólogos y toda clase de personas que matarían si a alguien se le ocurre opinar sobre su campo de trabajo pero que al mismo tiempo no tienen empacho en revolear dictámenes apodícticos sobre cómo salir de la pobreza.

   El funcionario sabe una cosa: en materia de desarrollo, no hay nada peor que alguien con convicciones que siente el llamado de la humanidad para difundir la verdad. Él tiene el oído entrenado para las acusaciones al voleo, pero cada día está más cerca de perder la paciencia, ante tanto fiscal que aísla culpables ceteris paribus.

Unos acusan al capitalismo, otros al socialismo, otros al abuso de glifosato y de químicos en la agricultura, al latifundio, a la religión católica, a que la Pacha Mama sufre, al machismo y al feminismo, a varias conjunciones planetarias, a los organismos genéticamente modificados, a las barreras arancelarias, a la falta de transparencia, a la emisión monetaria, a la falta de decencia vea usted, a los sindicalistas con esas chaquetas de cuero, a las familias patriarcales, a la indiferencia y el individualismo, a la anomia social,a la falta de tecnología, a la presión impositiva, a imaginarios racistas ya la (in)justicia divina.

   Ya terminó su café, acomodó sus cosas en la mochila y sacó del respaldo de la silla su sobretodo. Camina ahora con parsimonia hacia la puerta, se pone unos lentes de sol y marcha hacia el transfer.  Ernesto Pellegrini ve el sol de la tarde resplandecer sobre el bello edificio de las Naciones Unidas.

   Desanda el camino, esquiva turistas, contempla, otra vez, admirado, los viejos edificios y piensa en la azarosa vida de FDR. Habitué del psicoanálisis devenido en religión en el sur del planeta, a Pellegrini se le ocurre que –como el asma en Guevara- la parálisis podría haber generado un liderazgo arriesgado, una inteligencia valiente, esa mezcla de audacia y cálculo que hizo tan grandes a algunos políticos en el siglo XX.

   Al llegar al transfer ve una larga fila de turistas y aprovecha para preguntarse, en voz baja. ¿Por qué las ideas de los funcionarios no serán tomadas en serio, fuera de los escenarios de la negociación? ¿Será porque los diplomáticos no son considerados intelectuales? Algunos diplomáticos saben mucho, leen mucho, escriben mucho y piensan mucho.

   De hecho -se dice a sí mismo- en la jerga diplomática se les denomina, con bastante justicia, expertos. El experto es que el asiste a las reuniones, lee los documentos, negocia decisiones (a veces por cifras siderales), articula nociones sofisticadas en un idioma que no suele ser el suyo y prepara detallados informes. Es un burócrata pero al mismo tiempo es –claramente- un intelectual.

El diplomático recuerda ahora el dictum gramsciano que sentenciara que todos los hombres son intelectuales, pero no todos los hombres tiene en la sociedad la función de los intelectuales. Ya en el transfer, el habitáculo se mueve por el viento. Algunos turistas tiene miedo. Él está inmerso en sus pensamientos y se pregunta¿De quién es el saber en la agenda de desarrollo?¿Por qué los funcionarios diplomáticos no son tomados en serio? ¿Por qué los historiadores, los antropólogos, los sociólogos y los economistas piensan que esos expertos no saben o que saben mal, o que son conservadores o bien ilusos?

Mientras camina, se pregunta. ¿Qué cosa no tienen los diplomáticos? ¿O qué cosa tienen demasiado? ¿Es porque tienen una mirada integral y no destacan una dimensión? ¿Es porque usan trajes y corbatas? ¿Es porque forman parte de un habitus y los lectores de Bordieu suponen que son todos iguales? Y, además: ¿Quién sabe qué cosa?Pellegrini recuerda ahora a Verger, quien buscando determinar el rol de los letrados en la tardía Edad Media hablaba de gente del saber, en base a la labor cotidiana, su manejo de una lengua universal (el latín, los clérigos, ¿el inglés, los diplomáticos?) y su participación en ciertas ceremonias.

El transfer llega a la isla de Manhattan. Los turistas salen, apresurados, hacia alguna parte. Pellegrini sale con mirada ausente, compra un breve almuerzo en una cantina y camina hacia la entrada del metro, mientras cavila.¿Pero, quién es un intelectual, para decir qué cosa sobre desarrollo?¿Quién sabe tanto más de desarrollo que un diplomático que trabaja durante años en esa agenda? ¿Y por qué no es respetado intelectualmente? La materia de su trabajo cotidiano es la lectura y la escritura, la articulación de conceptos y la traducción de climas de negociación entre el escenario internacional y su capital: ¿No son estas todas acciones vinculadas a la reflexión y al intelecto?

   Sale del transfer, sube a la línea 6 del metro hasta la Gran Central Terminal. Aunque lleva años cruzando el hall, no deja de admirar el sensacional edificio que se librara de la picota modernista, milagrosamente. Camina por la 42, atraviesa Lexington, la 3ra y la 2da. Se sienta en un banco de hierro en Mary O´Connor playground, una breve plaza en Tudor City. Almuerza una efímera ensalada de atún, toma agua tónica y piensa.

   Pellegrini recuerda ahora que Altamirano afirma que ser intelectual no es una clasificación socio-profesional sino un rótulo derivado de la conducta pública de los que así se consideran. ¿Esa será la clave para entender este desconcierto, para aclarar esta paradoja? ¿Así, un diplomático no sería intelectualmente tan respetado porque no escribe tantos papers, ni publica seguido en revistas críticas del capitalismo tardío, ni es un iconoclasta contra el sistema internacional, ni es miembro de una ONG que despotrica contra las agencias multilaterales? ¿Es sólo funcional a un orden, un eslabón en la cadena, just another brick in the wall, un mero bárbaro tecnificado, al decir de Oswald de Andrade?

   ¿Cómo ingresan los funcionarios a la ciudad letrada? ¿Quedan afuera en La Muralla de Guillén? ¿No están en las redes intelectuales de Raymond Williams? ¿Las ideas de los diplomáticos están atrasadas? ¿Adelantadas? ¿No son suficientemente anti-hegemónicas? ¿Son endogámicas? ¿Subalternas? ¿Vulgares? ¿Periféricas? ¿Subdesarrolladas? ¿De segundo orden? ¿Las ideas de los diplomáticos están fuera de lugar?Mira el cielo y reconoce las señales: está por nevar. Termina su ensalada y se encamina a la entrada sur del edificio de la Secretaría de las Naciones Unidas. Un magnífico reflejo en los vidrios lo recibe, mientras pasa raudo hacia donde no van los turistas.La sala de negociación está en un subsuelo oscuro. Busca un café del bar, entra a una pequeña sala con 40 sillas en rededor de una mesa de madera ovalada que remeda una escena de los ´50.

   Saluda con una inclinación de cabeza a varios expertos y se sumerge en una dura negociación. A él sólo le interesa un párrafo de la resolución en la que los donantes insisten en acusar a los países de su región de nuevos ricos, algo muy peligroso en ese edificio, ya que lo deja a uno sin fondos.

  Logra aliarse con otras delegaciones, distribuye papelitos con argumentos, promete apoyos en otros párrafos, pero el presidente de la negociación deja ver, entre sus papeles, la 5ta cubierta en el año de The Economist que muestra a un país vecino despegando hacia el futuro. Sabes así que no será fácil.Las horas pasan y el tedio se apodera de los delegados.Cuando, finalmente, le dan la palabra, Pellegrini imposta la voz, fastidia a la sala con su inglés macarrónico y defiende su punto. Como remate, hace una pausa, mira al presidente de la negociación y le espeta: quizás, Señor Presidente, es hora de que dejemos de obsesionarnos con la pobreza y empecemos a considerar que el problema es, en realidad, la riqueza.

   Mira al resto de los delegados, esperando gesto aprobatorio, pero sólo ve delegados latinos mirando teléfonos celulares y expertas europeas mirando ostensiblemente la hora. El silencio es atronador. El presidente-un centroeuropeo de gruesas patillas y rostro inescrutable-dice que sin otro asunto a la vista la negociación se retomará mañana. Ernesto Pellegrini deja salir a la muchedumbre de delegados para ordenar sus papeles. Un empleado ucraniano con el que habla de fútbol lo saluda mientras empieza a pasar una aspiradora por la sala.

   Buscando la calle atraviesa un pasillo desolado. Una señora rubia y blanca le cede el paso. Creyéndose sagaz, calculando el fenotipo eslavo, Pellegrini le suelta un Spasiba. La mujer lo mira, desafiante, y le espeta I am not Russian, para luego insultarlo en polaco.Pellegrini se encoge de hombros y sigue por el pasillo de grandes baldosas de mármol negro y blanco, rumbo a la calle. Mientras intenta abrigarse, recuerda una frase adjudicada a Perón que reza que en la lucha entre el hombre y el sobretodo, suele ganar el sobretodo. Sonríe –tan lejos del sur- recordando al inefable hombre de Lobos. En la salida saluda amablemente a un guardia rumano que, aterido de frío, apenas inclina su cabeza y camina luego ágil por Tudor City rumbo a la 42.

   La nieve tapa la 1ra Avenida. Logra ponerse el sobretodo pero aún lucha contra una gruesa bufanda azul que le regalara su madre, tejida para otros inviernos. Deja a su izquierda la plaza dedicada a la memoria de Ralph Bunch, gira por la 42 y mira el reloj en su muñeca. La comisura izquierda de su boca hace una mueca de desconsuelo porque sabe ahora que son más las 10 de la noche y no habrá trenes directos al condado en el que su familia duerme desde hace horas.

   Con suerte, lo espera un asiento de cuerina roja tapada con plástico en el tren de las 11. Allí comerá una pizza y leerá un paper sobre economía en un idioma que no es el suyo, que manchara con el aceite de su cena y con sus frenéticas marcas en lápiz, haciendo cruces cuando aprende un concepto nuevo y signos de admiración cuando lee frases que le sirven para conseguir fondos.

   Así que apura el paso.  Recupera su sonrisa cuando ve que una nube de vapor que sale de un conducto es atravesada por un taxi de color amarillo: Nueva York es la ciudad más cinematográfica del mundo, se dice. Salta un charco, se acomoda la gorra de lana, cruza la 2da avenida rumbo a Lexington y se deja atrapar por la noche, que lo cubre, definitivamente, como un manto profano.

Autor del cuento: Eduardo Porretti (Escritor y Diplomático Argentino)

Para envío de información: redaccion@mujerdelsur.cl

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Valeria: Nueva serie de Netflix basada en novela de Elísabet Benavent

Valeria serie netflix

Esta nueva serie de Netflix hilarante y divertida promete acercarnos al complicado mundo de mujeres, sus historia de amor y el ritmo de sus relaciones.

Valeria (Diana Gómez), Lola (Silma López), Carmen (Paula Malia) y Nerea (Teresa Riott) se convierten en personajes de carne y hueso que en la adaptación televisiva dan vida a las novelas de la joven escritora española Elisabet Benavent. Este 14 de abril Netflix presentó el tráiler oficial de «Valeria»

Maxi Iglesias Ibrahim Al Shami completan el reparto de esta nueva ficción en la que interpretan al misterioso Víctor y a Adrián, el marido de Valeria, respectivamente.

Dirigida por Inma Torrente y Nely Reguera, la adaptación ha corre a cargo de María López Castaño, quien también es creadora de la serie junto a Aurora Gracià, Almudena Ocaña Fernanda Eguiarte. Valeria es una producción de Plano a Plano para Netflix.

Podrás ponerte en los zapatos de Valeria a partir del próximo 8 de mayo, sólo en Netflix.

Acerca de Valeria

Valeria es una escritora en crisis, tanto por sus novelas como por su marido y la distancia emocional que les separa. Se refugia en sus tres mejores amigas: Carmen, Lola y Nerea,  quienes la apoyan durante su viaje. Valeria y sus amigas están inmersas en un torbellino de emociones sobre amor, amistad, celos, infidelidad, dudas, desamores, secretos, trabajo, preocupaciones, alegrías y sueños sobre el futuro.

Betacoqueta

 

La productora Plano a Plano

Plano a Plano es una productora audiovisual especializada en ficción y entretenimiento. Como productora independiente, han trabajado con prácticamente todas las cadenas y plataformas que operan en España. Les avalan éxitos como El PríncipeAllí Abajo o La Verdad, y actualmente trabajan en proyectos como Toy Boy o Desaparecidos. En plena expansión internacional, Plano a Plano está  en constante búsqueda de nuevos formatos y aplican la última tecnología en sus rodajes para que el resultado sea inmejorable.

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La fe y el covid-19: Dios sin la bruma de las religiones

Fue una semana santa inusual. Sin procesiones ni multitudinarias ceremonias religiosas. Pero en cambio, aparentemente hubo más fe. La globalización de la pandemia conllevó a cambios insólitos tanto en las comunidades religiosas como en aquellas personas que hace apenas unas semanas no incluían la oración en sus ritos cotidianos.

Desde el Vaticano salió una invitación muy simple a tener fe: “dondequiera que estés, abre tu corazón a Dios, según tu propia tradición”. La persona que hizo la convocatoria fue el cardenal nigeriano John Olorunfemi Onaiyekan. Esto en el marco de la convocatoria de Religiones por la Paz, un movimiento internacional que reúne diferentes tradiciones religiosas. Su iniciativa nació tras la llegada de la pandemia y es consecuencia del covid-19.

“Todas las fronteras entre grupos religiosos están ahora erradicadas. Ya no se trata de cristianos, musulmanes, budistas, hindúes o nigerianos, italianos o españoles, blancos o negros: toda la humanidad está ahora en el mismo barco, a merced de la tormenta que es el Coronavirus”, dijo el cardenal. Declaraciones del Cardenal

La fe como una gran medicina

Así en medio de la pandemia, creer en Dios es el llamado de las religiones y así también lo recomienda los científicos. Desde la Universidad de Harvard surgió la neuroteología, una ciencia que estudia el impacto que tiene la fe en el cerebro humano. De acuerdo con sus estudiosos, la fe daría paso a estímulos positivos que repercutirían en mejoras en la salud física, mental y emocional. Además, las personas de fe se enfermarían menos y se recuperarían más rápido.

La tesis es polémica sin embargo han sido muchos los experimentos realizados para tratar de conseguir pruebas al respecto. Para ello los neurólogos indagan con experimentos cómo es la actividad espiritual. Lo hacen con equipos de escaneo que emiten reportes de los cerebros de monjas rezando y budistas meditando. Eso les permite revisar la red de transmisores neuronales y compararla con personas ateas o que no tiene fe.

El doctor Andrew Newberg, autor de “Principios de la neuroteología”, explicó al diario La Vanguardia lo que pasa cuando el cerebro de una persona ora o hace meditación. El investigador explicó que se produce una interacción cerebral extraordinariamente intensa. “Está el lóbulo frontal, que nos ayuda a focalizar la mente en la oración; el sistema límbico, que permite experimentar emociones poderosas; y los lóbulos parietales, involucrados en nuestro sentido de nosotros, y en su orientación en el espacio y el tiempo».

Comenzar a tener fe

No todas las personas están dispuestas a seguir rituales religiosos o convertirse, pero la buena noticia es que hay muchos caminos para alcanzar el estado que la ciencia señala como “espiritual”. Muchas culturas expresan su fe a través de la música y la danza, una forma especial de inspirar el llamado a Dios. Y curiosamente también conlleva a curarse.

Por ejemplo, el pueblo mapuche, como muchos pueblos originarios de América, celebran ceremonias religiosas que se basan en expresiones corporales con música. El portal memoriachilena.gob.cl resalta la importancia del pürún (danza en mapudungun). “Hay danza en la ceremonia curativa realizada por la machi, conocida como machi pürún”, relata.

En estos tiempos de covid-19 el llamado mundial a tener fe es simplemente la convocatoria una volver a sentir, de acuerdo con cada uno según su circunstancia, su cultura y su ser. No en vano la palabra “fe” proviene del latín fides, que significa “lealtad”, “fidelidad”, “tener confianza plena”.

Para envío de información: redaccion@mujerdelsur.cl

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Maneras de controlar el estrés de madre durante la cuarentena

Familia - estrés de mujer
Foto de Elly Fairytale

Isabel Trueba ls coach española dedicada a la atención de mueres que desean superarse. Nos ofrece una serie de consejos para manejar el estrés de las madres durante el confinamiento por la cuarentena.

Muchas mujeres durante la cuarentena tienen que teletrabajar, además preparar comida tres veces al día, realizar tareas domésticas, entretener a los más pequeños, y manejar las emociones de los adolescentes. Precisamente Trueba trae unos consejos para que esta situación no nos altere demasiado.

Salir del papel de súper mamá

Es muy importante quitarse el papel de super mujer. Ante todo somos humanas. Eso conlleva a tener el mismo derecho que los demás miembros de la familia a pasar momentos delicados. La mayoría de la población va a pasar por momentos de ansiedad, miedo, sensación de ahogo. Estamos viviendo una amenaza real, y el cuerpo reacciona. Entender que esto es natural y permitirnos sentirlo es fundamental para que esas emociones pueden hacer su función de manera saludable.

La creencia de que tienes que ser un pilar ante tus hijos es errónea en estos momentos. Al contrario, ellos tienen que entender que a veces en la vida las cosas ocurren, y que pueden afectarnos.

Ambiente de apoyo mutuo

Esto no significa que las emociones se descontrolen, que lloremos delante de los niños, por supuesto que no.. pero si puedes desahogarte, hablar con ellos, decirles que tú también a veces tienes incertidumbre, y que es normal sentirse así. Esto aunque no lo creas es fundamental para bajar el estrés de madres

Debemos aprovechar para crear un ambiente de apoyo mutuo en la familia: el que se sienta presionado que pida ayuda, y hacer un plan entre todos para ayudarle», explica.

Horario en cuarentena 

Plantea a la familia hacer una lista de actividades. Las tareas de casa, los menús, la cocina, y también ideas de ocio. Deporte, juegos, televisión. Luego en un calendario anotamos los horarios en los que cada quien se ocupa de algo. En los momentos en los que tengas que trabajar, lo niños harán lo mismo. Si son pequeños, y no tienen muchas carga de estudios, incluye alguna actividad como lectura, ver una película en inglés, o alguna serie que pueda ser constructiva para ellos.

Coloca el horario en un sitio visible para que todo el mundo tenga claro lo que toca.

Muévete para bajar el estrés de madre 

Se recomienda que los períodos de trabajo no sean muy largos. Hacer cortes cada hora para realizar alguna actividad junto a tus hijos que los ponga en movimiento; limpiar, pasar la aspiradora, integra la música hacer bromas para que esas tareas se conviertan en un momento divertido. Este tipo de cosas por lo general disminuyen el estrés de madre.

A la hora de preparar la comida, invita a tus hijos a participar en su preparación, dependiendo de su edad, podrás darles tareas más o menos complicadas. Es una gran oportunidad para trabajar los valores de la solidaridad. Es un momento para que entiendan  que un hogar es de todos, y hay muchas pequeñas cosas que podemos hacer para colaborar. Si acompañas estos momentos con buena música y alegría no será un trabajo.

Tiempo para los cuidados anti estrés de madre 

No te olvides de ti misma; encuentra una hora al día mínimo para cuidarte. leer, darte un baño, hacerte la uñas, ver una serie, hacer tu deporte favorito… lo que quieras. Si tus niños son pequeños acuéstalos pronto para aprovechar ese rato par ti, y no te olvides de incluirlo en el horario. Tu tiempo para ti, es una necesidad vital para mantener la mente relajada y bajar el estrés de madre.

Pensamientos positivos

Preocúpate en enviar información positiva a tu mente sin parar. Necesitas cuidar tu mente y la de los tuyos más que nunca. Olvídate de estar conectada todo el día a los informativos, a las redes sociales, exponiéndote al miedo. Es importante entender que tu mente es vulnerable y tu mente inconsciente no para. Una cosa es estar informado, y otra es pasar el día conectado a noticias de la pandemia.

Para conocer un poco más sobre Isabel Trueba y su trabajo de coach visita su página: Isabel Trueba

Para envío de información: redaccion@mujerdelsur.cl

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