Al estudio de Marisol Tassara entran proyectos verdes. La especialización de A un clic, diseño sustentable se dirige a este segmento. Sin embargo, la energía de su fundadora se desborda y fuera de él brinda conocimiento y apoyo a mujeres emprendedoras. En esta entrevista habla -a través de su experiencia personal y profesional- sobre cómo potenciar tu imagen de marca.
Lo más difícil para las mujeres en creerse el cuento. Lo dice Marisol Tassara desde su propia experiencia. No solo como profesional independiente, sino porque lo ha visto a través de las mentorías que ofrece. Actualmente dirige su propio negocio de diseño sustentable e imparte talleres a emprendedores. Todos profundamente enfocados en cómo potenciar tu imagen de marca.
Licenciada en diseño industrial, trabajó para varias empresas por dos años, con horarios extendidos, mucho compromiso y poco tiempo personal. Hasta que un día la despidieron. “Fue un golpe muy heavy”, confiesa. “Me daba vergüenza decirlo. Tenía 26 años y decidí independizarme. En ese momento pensé que tenía que haber algo mejor para mí”. Partió de cero y como freelance, con tanta buena energía que en poco tiempo una empresa grande se interesó en su trabajo. “Ese fue el motivo por el que rápidamente me puse a crear una empresa, necesitaba emitir facturas y creo que ha sido una gran decisión”, afirma.
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Los siguientes son cinco consejos que Marisol Tassara recomienda a través de su experiencia para potenciar tu imagen de marca. Va desde que elimines de tu diálogo interno frases y emociones que bloquean o boicotean la energía que proyectas. Hasta la importancia de ser auténtica, saber dar la cara, proyectar una voz con contenido y conectar con otras emprendedoras para gestionar comunidad.
1. Amígate con la palabra “ganancia”
Gestionar el talento no es sencillo. Debe darse un paso crucial que parte de ser bueno en un trabajo, a generar ingresos a partir de él. El tránsito de Marisol Tassara por ese proceso es inspirador y ayuda a comprender cómo puedes potenciar tu imagen de marca. “Partí con el entorno cercano -amigos, familiares- y empecé a tener clientes por el boca a boca, en la parte de diseño. Empecé a crear proyectos diferentes. Me asocié con uno de mis hermanos, éramos los dos súper chicos, en un proyecto en la cárcel de mujeres. Postulamos a dos fondos que ganamos. Fue un año de hacer muchas cosas cool. Sin embargo, sentía que hacía algo que me encantaba, pero mi negocio no me daba para vivir”.
Con buen humor, Marisol recuerda que en sus inicios estaba “ratoneando”, como se dice en jerga chilena. Le faltaban estrategias de venta y su foco estaba al 100% puesto en generar proyectos que trascendieran por su contenido. “Me empecé a dar cuenta de que, de algún modo, estaba alejando el dinero. Me daba susto o sentía que no era para mí. Es terrible cuando trabajas un montón y no tienes nada que se te devuelva. Ahí es cuando te frustras y empiezas a cuestionarte si en verdad esto de tener una empresa es para ti”.
¿Cómo se puede cambiar esa situación? “Siempre lo menciono en mis talleres: es muy loco, no sé si tiene una respuesta científica”, explica. “Pero cuando uno se da cuenta de que pasa algo, comienza a irle mejor. Después es cosa de seguir la rueda, te empiezan a llegar las cosas como por magia. Recuerdo que en esa vuelta en que empecé a empoderarme nos contrató una empresa grande de reciclaje, Recupac, para diseñar los Puntos Limpios de toda su cadena en Santiago. Éramos una empresa súper chica y estábamos haciendo tremendo proyecto”.
2. Reconecta contigo
Abierta a las ganancias que se obtienen con un trabajo bien hecho, Marisol Tassara advierte que esto no debe desplazar el placer de hacer las cosas que te gustan. De hecho, son ambos factores los que llevan a emprender y buscar la independencia económica. “Para tener un negocio no es necesario desprenderse de la pasión. Me ha pasado que cuando más le he puesto a lo que me gusta, mejor me ha ido. Y ha dejado de ser tortuoso”. Muy bien, pero ¿cómo lograrlo?
“Lo primero tiene que ver con recuperar la seguridad en nosotras mismas. De ahí parte todo. En general, a las mujeres nos cuesta más hablar de “cosas serias”. Quizás no somos de las que golpeamos la mesa a la hora de una negociación. Para romper eso hay que trabajar en la confianza, creer en nosotras. A mí me ayudó detectar qué cosas de las que hacía en mi día a día, las hacia porque me lo enseñaron. Descubrí y modifiqué cosas aprendidas y con las qué no me identificaba”.
3. Descubre tus códigos
“Tengo la sensación de que nos han enseñado que tenemos que competir con el género masculino”, reflexiona. “Por muchos años yo tuve esa forma de ver la vida, intentando ser igual a ellos. Pero si usamos nuestras capacidades femeninas -como la empatía- haremos buenos negocios. Las comunidades de mujeres nos han permitido darnos cuenta de que tenemos esta fortaleza”.
La recomendación es mostrarse con transparencia. Eso permitirá potenciar tu imagen de marca. «Cuando tengo un cliente nuevo dedico un rato a comprender qué es y desde dónde vino su proyecto. Eso es esencial para crear identidad de marca. Es importante capturar la emocionalidad que hay detrás, porque eso es con lo que en realidad las personas conectan. Hay que entender cuál es su esencia, de dónde viene, cómo se imagina a sus clientes. Siempre llevando las respuestas hacia lo emocional, para después bajar eso al diseño, y que se pueda percibir a través de códigos visuales”.
4. No te invisibilices
Mostrarse es fundamental y en eso las redes sociales son una plataforma potente. Una de las recomendaciones más frecuentes para potenciar la confianza del cliente es trabajar la cercanía. Eso quiere decir, enseñar el rostro de quién está detrás, permitir que otros sepan quién eres. Pero ¿Hasta dónde es recomendable separar el espacio personal del negocio?
“Creo que es un delgado límite”, responde Marisol Tassara. “Y tiene que ver con el nivel de comodidad que sentimos con la exposición. Yo no me siento cómoda mostrando mi vida personal, pero sí traspaso un poco ese límite con pequeñas cosas. Poniendo mi foto cuando envío una propuesta, por ejemplo. Hace un año rediseñé mi página y decidí poner mi cara en el inicio del portal. Y aunque me daba un poco de vergüenza fue un cambio necesario porque en la pandemia todo es digital. Y poner tu “ser” de primera plana te ayuda a acercarte”.
5. Sé generosa con lo que sabes
Muchas veces negamos nuestro potencial, nuestros conocimientos e, incluso, el poder de nuestra voz. Una increíble inmersión al crecimiento ocurre cuando compartimos con otros lo que hacemos. Marisol Tassara motiva a hacerlo. Su más reciente taller “Enseña lo que sabes. Abriéndote a un nuevo campo de trabajo”, refuerza ese punto.
“Di clases en un colegio durante un año y descubrí la magia que ocurre cuando enseñas. Eso me sirvió para terminar de despertar. Porque me costaba hablar en público y entendí que, si quería crecer de verdad, tenía que romper ese miedo. Si no eres capaz de expresarte nadie te escucha, no llegas a ningún lado. Para romper esa barrera hay que tirarse a los leones”, concluye en risas.
¿Quieres conocer más sobre el trabajo de Marisol Tassara? Visita su página aunclic.cl y síguela en IG @estudioaunclic Ella imparte talleres en Sercotec y por eso te compartimos un tremendo dato para potenciar tu negocio. Aquí puedes ver el cronograma de capacitaciones online que ofrecen los diferentes Centros de Negocios de Chile.