Los alegres abrazos del reencuentro escolar traen consigo algo más que un intercambio de emociones. Los piojos solo requieren de un par de segundos para pasar de una cabeza a otra. Así que cuando comienzan las clases hacen su gran migración. En este artículo presentamos todo lo que una mamá debe saber para enfrentar la temida pediculosis
Es un mito que los piojos saltan con estrategia hacia aquellos niños que tienen cabellos más largos o problemas nutricionales. A este parásito le basta con uno o dos milímetros de pelo para sobrevivir, y su permanencia y contagio se deben especialmente al descuido y la falta de previsión.
¿Por qué se les teme tanto a los piojos? Es por su insaciable gusto por la sangre humana. Estos insectos hematófagos pican la cabeza de su huésped de 2 a 4 veces al día, y pueden chupar la sangre durante 30 minutos.
Además, causan un picor extremo y desesperante. Esto porque la saliva del parásito contiene una toxina anticoagulante que deposita en la piel al hacer la picadura. Las erupciones se acentúan tras el rascado, el cual es prácticamente inevitable.
La transmisión ocurre por el contacto directo. Así que la primera recomendación para evitar la propagación es explicar a los niños que eviten compartir gorros, peinetas y cintillos. Y que avisen cuando sientan que la cabeza pica más de lo normal.
Sin embargo, el solo hecho de compartir espacios comunes facilita la propagación. Incluso las piscinas son lugares de infección comprobadas. Los piojos pueden sobrevivir dentro del agua hasta por cinco minutos. Debido a que respiran por unos agujeros que pueden cerrarse al entrar en contacto con el agua.
¿Los piojos prefieren a los niños desnutridos?
No hay poblaciones preferidas por los piojos. Es falso que su contagio esté asociado a estados de desnutrición, desequilibrios del sistema inmune o problemas emocionales. Simplemente llegan, y si no se toman acciones en el momento la población crece dentro del cuero cabelludo y su solución resulta más cuesta arriba.
Tanto en casa como en las escuelas y colegios la prevención es determinante. Es necesario revisar constantemente la cabeza de los niños ante la menor señal de picor. El ciclo de crecimiento poblacional en una cabecita es rápido, como se explica a continuación. Y el contagio entre varias personas resulta inminente.
El rápido ciclo de contagio
Los piojos adultos se ven a simple vista, miden entre 2 y 3 milímetros. Son de color café, alargados y tienen seis patas. Viven aproximadamente 30 días y se alimentan todo ese tiempo de sangre. Cada hembra pone entre seis y diez huevos o liendres por noche. El ciclo de incubación es de siete días. Tras una semana de vida el parásito se vuelve adulto y capaz de tener su propia descendencia.
Al momento de la revisión del cabello es importante buscar no solo piojos, sino también liendres. Estas siempre están pegadas al pelo, muy cerca del cuero cabelludo. Si son de color ámbar o marrón, el piojo todavía no ha nacido. Si en cambio son blancas, indicarán que ya nacieron y solo quedan las secuelas.
Cuidado con los remedios caseros
La extracción manual del parásito es el tratamiento más antiguo y sigue vigente. Las tiendas ofrecen una larga lista de peines con dientes delgados muy eficientes. Antes de peinar lave la cabeza con champús especializados.
Los pediatras el uso de champús con principios activos como Deltrametrina y Piperonil Butóxido. También recomiendan el uso de un insecticida en loción o fármacos orales con ivermectina.
Las viejas costumbres como aplicar vinagre en el último enjuague son muy eficientes para prevenir el contagio, pero no acaban con el piojo. Lo que está terminantemente prohibida es la aplicación de insecticidas de uso casero. Sus químicos tóxicos provocan la muerte de los niños.
El tratamiento contempla desinfectar también el entorno inmediato. Es importante lavar con agua caliente durante al menos cinco minutos la ropa, sábanas, toallas y otros artículos usados por el portador. Y de ser posible planchar con temperatura alta.
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