A pesar de los esfuerzos que hacen muchas organizaciones multinacionales relacionadas con el derecho laboral de las mujeres, las condiciones en cuanto a equidad y posibilidades de trabajo siguen siendo sumamente dispares. En América Latina las mujeres con hijos son las que menos acceso tienen a trabajos formales.
Según estudio realizado por la Organización Mundial del Trabajo (OIT), las mujeres con hijos tienen menos posibilidades de obtener un trabajo formal. De hecho, en el mundo entero solo el 47% de las mujeres con hijos tiene un trabajo formal, frente a un 87% de los hombres en la misma condición. Las mujeres sin hijos trabajan en un porcentaje mayor del 54%, mientras que los hombres sin hijos están ocupados en un 78%.
En cada región los porcentajes varían, por ejemplo en las Américas, sólo el 54% de las mujeres con hijos obtienen trabajos formales. Esto es un gran problema en Latinoamérica si entendemos que, para el año pasado, según cifras de ONU Mujeres, el 11% de los hogares era monoparental, la mayoría de ellos a cargo de mujeres.
Pocas mujeres con hijos tienen trabajo formal
A esto debemos sumarle que la maternidad infantil sigue en aumento, así como la tasa de divorcio y separación. Las mujeres solas con hijos que asumen la responsabilidad del sostenimiento del hogar tienen mayor dificultad de ocuparse en empleos formales. Por otra parte muchas de las mujeres de los estratos más desfavorecidos no cuentan con el acceso debido a los servicios de atención de salud reproductiva.
Esta situación aumenta al riesgo de pobreza en las familias monoparentales a cargo de mujeres. Muchos de los trabajos que se encuentran disponibles para las madres se enmarcan en el ámbito de la economía informal. A pesar de las leyes que buscan la igualdad de acceso y posibilidades para las mujeres y mujeres con hijos, los empleadores consideran que las ausencias laborales por causas familiares son menores en el caso de los hombres y de las mujeres sin hijos. Esa sumada a otras consideraciones relacionadas con aspectos culturales en LA derivadas de la maternidad como las licencias obligatorias, hacen que las mujeres tengan menos oportunidades.
Ingresos iguales a libertad y equidad
Cuando una mujer con hijos trabajadora tiene ingresos y pleno control sobre sus recursos económicos adquiere una posición más igualitaria en su familia. Fortalece su capacidad de negociación e incluso le permite abandonar una relación insatisfactoria, sin arriesgar su condición económica. Ahora si asume sola el sostén de la familia los ingresos propios resultan vitales. Sobre todo si miramos también el bajo índice de pago de las obligaciones derivadas de los divorcios por parte del padre, y lo que estas demoran.
Por eso es tan importante que los gobiernos no solo promulguen y aprueben leyes que fomenten las igualdad en la posibilidad de acceso de la mujer a trabajos formales, sino que también busquen maneras de incentivar este tipo de contratación en mujeres sostén de hogar.
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