Licenciada en arquitectura y psicóloga clínica de profesión, Irina Durán Martínez tiene un talento especial para las artes. Desde niña quiso escribir y un día simplemente se dejó llevar por un sentimiento interno que le permitió crear el libro “Hijas Libres”. En estas páginas volcó teoría, experiencias personales e historias tomadas de sus consultas para ayudar a sanar la herida materna.
“Es bien curioso. Desde muy pequeña me ha gustado escribir. Para mí hacerlo es una forma de expresión de todo lo que me pasa. Siempre pensé que algún día tenía que escribir algo un poco más contundente sobre las relaciones. Y sobre las relaciones de las madres y las hijas. Eso lo pensaba mucho antes de ser psicóloga”, explica Irina Durán Martínez, autora del libro “Hijas Libres”. Su obra apoya a muchas mujeres que quieren y necesitan sanar la herida materna.
De entrada advierte que no es libro de autoayuda. Y que leerlo no implica una sanación automática. “Hijas Libres muestra, a través de historias de contexto sociocultural, cuál es el origen de la herida materna. Y luego, las consecuencias: qué pasa contigo y cuáles son los caminos posibles para repararlo. Tiene algunos ejercicios prácticos también. Un cuestionario para ver qué tan dañada puede estar tu estructura interna con respecto a la herida materna. También un ritual. El libro está bien completo porque tiene el origen y después da la posibilidad de mirar los diferentes caminos que se pueden intentar”.
Reconocer: el primer (y gran) paso
“Son cosas súper distintas entender y sanar. Las historias son muy diversas, no hay algo único, no hay una receta. No es como en la alopatía que te tomas un paracetamol y en una hora se te quita el dolor de cabeza. No, no es así. La idea es poder entender cuál es el origen primario, básico de la herida materna. Porque eso libera bastante a las mujeres”, señala.
Para hacer más cálida la invitación a encontrar la libertad emocional, Irina Durán Martínez desarrolla en su Instagram @irinaduranm un espacio de apoyo y motivación para las mujeres. Al igual que en su libro, la terapeuta mantiene un lenguaje cercano, comparte anécdotas, reflexiones y estimula la visualización de la herida materna. Siempre con el objetivo dirigido a romper los patrones de comportamiento tóxico y reparar la imagen de la madre.
«Agradeciendo la vida que te ha traspasado tu madre, tomando todo lo que necesitas de ella para honrar tu vivencia» (Invitación a la caminata «Anclando tu madre interior» en IG).
“Cada reparación de cada historia responde a la experiencia, a los sucesos de cada persona. Porque hay heridas maternas, hay dolores, que son mucho más profundos que otros. Hay abusos, maltratos, negligencia, abandono, golpes… hay distintas cosas. Y cada uno va dejando una cicatriz distinta en las mujeres”, describe la psicóloga. E indica que los procesos de reparación resultan más rápidos cuando hay un entendimiento. “Primero debe haber un entendimiento de dónde está inserto su dolor, en qué contexto está inserto su dolor. Con esto me refiero a la cultura, a su sistema familiar, a su árbol genealógico, que responde también a todo un sistema político. Y desde ahí comenzar a sanar. Decir: entiendo todo esto y ahora decido reparar”.
Qué esperar de la liberación
Los resultados de una reparación ofrecen beneficios directos a la hija, quien al tener una libertad interior, una libertad emocional, deja de repetir patrones. “Por ejemplo, deja de depender de otros para sentirte bien, puede sentir independencia emocional, autonomía emocional, valoración interna. Deja de buscar el reconocimiento afuera. La libertad interior tiene que ver con no necesitar a otros o a otras para yo poder estar bien y crearme mi propio bienestar. Eso no quiere decir que no pueda estar con otras personas, sino que no dependo de esas otras personas para poder estar bien”.
Finalmente, el camino hacia ser hijas libres conduce a un beneficio más allá del de una sola persona. “Seremos mejores mujeres, mejores seres humanas. Y las que quieran maternar, serán más conscientes. Eso no quiere decir que seamos perfectas. No quiere decir que no vayamos a cometer errores o que no vayamos a fallar también con nuestra maternidad. Se trata de estar más conscientes de lo que estamos generando, del impacto que estamos generando, en ese otro o esa otra que es nuestro hijo o hija. Y también ocurre algo hacia atrás y hacia adelante, como que se libera el linaje. No solo hacia adelante, hacia nuestra herencia de hijos, sino también hacia atrás. También ocurre un orden hacia atrás”, finaliza en referencia al beneficio curativo que también toca a los ancestros.
Irina Durán Martínez es una psicóloga feminista sistémica y terapeuta de mujeres. Para tener más información sobre su libro “Hijas Libres”, síguela en su Instagram @irinaduranm o entra a su página irinaduran.com
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