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El ingenio de Nadia Campos para recrear fofuchas

“Aplico todo lo que me gusta en las fofuchas. No solo de costura, si hay que hacer algún estampado lo hago a mano”.

Observadora y detallista, Nadia Campos Ferreira trabaja con la creatividad y la interpretación. Diseña, corta, perfecciona, pinta, pega y firma. Hace fofuchas, unas muñecas artesanales elaboradas con goma Eva que ella recrea como personas de la vida real, en entornos auténticos. Ya casi son cuatro años en el oficio y sus piezas han sido enviadas a todo el continente. Desde Canadá hasta Tierra del Fuego.

“Para mí las fofuchas son más que un simple regalo. Me he visto involucrada en matrimonios, cumpleaños y celebraciones. También en recuerdos dolorosos cuando fallece alguien. Me siento parte de las distintas situaciones de la gente”, dice Nadia Campos Ferreira. En su taller se reciben pedidos muy especiales. “Un día me pidieron que hiciera un matrimonio. Sus hijos querían que los elaborara caminando en un día de playa. Había ocurrido un momento importante y lo querían plasmar”.

Así son los encargos que recibe esta periodista que se identifica como “manualista” en lugar de artesana. “Me mandan fotos y me dan detalles. He hecho gente que baila cueca, chef, profesionales de la salud. Mis personajes se desenvuelven en su día a día, en lo que les gusta. Me piden recrear un momento y mi deber es superar las expectativas. Sé que pueden comprar un regalo caro elaborado en serie, pero eligen algo hecho a mano, único e irrepetible”.

“Yo trabajo por estaciones. Primero corto todo, después pego el cuerpo, hago los ojos, incorporo la ropa, los zapatos, el pelo. Así es más ordenado, no me pierdo. El pegado final a la base requiere tiempos de espera. Uso vidrio como base, eso le da cierta elegancia a la muñeca”.

Los talentos abren caminos

Las habilidades se heredan y también las fortalezas. Cuando Nadia Campos Ferreira buscaba trabajo como periodista -sin encontrar- se inspiró en un doble legado familiar. Ella heredó de su abuela y su madre la facilidad para hacer manualidades, y posee el espíritu perseverante de todos en casa. Entonces comenzó la creación de fofuchas, unos personajes de goma Eva que surgieron a principios de siglo en Brasil. Así nació un emprendimiento que hoy es parte de su vida: Fofuchas_Temuco.

“Lo que le gusta a la gente es que son personalizadas. Les gusta que copio todos los detalles: el pelo, los zapatos, los accesorios, al 100%. La técnica se llama tecnoformado, se le da forma al material con calor. La goma Eva es bien maleable, se va adaptando a lo que uno quiera. Los ojitos siempre los hago distintos: si son niños, personas ancianas, jóvenes, hombre, mujer. Que transmitan algo y que se vea alegría en ellos”.

“Paralelo a las fofuchas elaboro mascarillas y carteras pintadas a mano. Cuando comenzó la pandemia vi en las noticias la importancia de usar mascarillas. Le dije a mi esposo que lo más seguro era que se agotaran y yo podía ofrecer unas reutilizables. Además, me gusta el tema del reciclaje. Ahora las diseño, pinto a mano y agrego apliques. Dos novias se han casado con mis mascarillas”.

La originalidad y el espejo

La creación de muñecas fofuchas se ha masificado en todo el mundo, pero generalmente sigue patrones estandarizados. Muestran rostros anónimos y sin complicidad. Para Nadia Campos recrear el espíritu de una persona es un paso más exigente. “Un profesor que tuve en la Universidad de La Frontera me pidió una pieza de él y su hijo. Los dos son músicos así que en sus fofuchas uno tocaba el bajo y el otro la guitarra. Él después me hizo el comentario de que ahora los adolescentes no se emocionan con nada. Pero que cuando le dio el regalo a su hijo le volvió a ver los ojos de cuando era niño y recibía un autito. Para mí, eso es algo que no tiene precio”.

Verse en un avatar tridimensional resuena en las personas. Las sorprende y generalmente llena de alegría. Aún faltan muchos personajes por crear, el de la misma Nadia, por ejemplo. “Nunca me he hecho a mí misma, quiero hacerme. Hice a mi mamá, que siempre anda con falda y con tacos, y se la regalé en un cumpleaños. También hice a mi hermana cuando ella estudiaba veterinaria, en ese tiempo ella tenía una perrita y una tortuga así que las incorporé”.

Los pedidos continuaron durante estos últimos años, y no ha dejado de responder pese a que ya ejerce su profesión como periodista. Colegas, amigos, contactos que surgen de las redes, la gente sigue pidiendo y aplaudiendo su talento. “Mis fofuchas han ido a muchas partes, desde Antofagasta hasta Tierra del Fuego, a Argentina, Canadá y Estados Unidos. Ahora hago unas para una persona muy influyente del mundo del espectáculo: unos influencers y un cantante internacional. Nunca pensé que sería una labor tan exitosa”.

«Uno estas cosas las va aprendiendo de generación en generación. Mi abuela materna trabajaba en costuras, ella cerraba los pantalones pecos bill y me enseñó a usar la máquina de coser».

El abrazo del emprendimiento

Nadia se acuerda con cariño de todas sus piezas. De las 20 que hizo como recuerdo para su graduación, y que regaló a su familia y amigos. Del primer pedido formal que le hizo una colega. “Era una persona que pintaba autos, lo hice a él y al auto». De una joven que le pidió recrear a su novio militar que trabajaba lejos. “Fue hace tres años. Ahora me llamó de nuevo para pedirme que haga a su familia: se casó con aquel novio y tienen un bebé”.

Así ha sido el desarrollo. “Yo pensé que iba a ser algo temporal, para juntar dinero, pero empezó a crecer. Después surgió la idea de hacerme un logo y quise resaltar que yo era de la región, de Temuco, así que incorporé una araucaria en la tipografía. Una persona que tiene una empresa de publicidad digitalizó mi idea y me regaló el diseño. Fue muy lindo, no me lo esperaba. Ella decía que también era emprendedora y sabía lo que significa empezar”.

Nadia Campos Ferreira sigue creciendo. Agrega ideas a sus fofuchas, implementa cambios, mejora y perfecciona ideas. “A mí me gusta el diseño de vestuario, era una de mis opciones de estudio. Me encanta hacer los vestidos de las fofuchas. Acabo de hacer una vestida con tela de tul. Es la primera vez que hago esta combinación, se ve muy elegante, le da otro toque. Creo que lo voy a implementar un poquito más”. A la par en su taller también confecciona mascarillas y carteras pintadas a mano, la creatividad y la adaptabilidad son su gran paraguas.

Conoce más sobre Nadia Campos Ferreira y sus trabajos en sus redes sociales: @Fofuchas_Temuco en Fb, @Fofuchas_Temuco en Ig. Y su emprendimiento de costura @ayun_creando_con_amor

Puedes enviar información a: redaccion@mujerdelsur.cl

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