La autora del libro “Me gustan los hombres, pero ahora me gusta una mujer, ¿Qué hago?”, Carolina Vargas, escribe esta columna llena de reflexiones, preguntas y desafíos. A partir de sus experiencias analiza qué es realmente el empoderamiento femenino y cuánto de la libertad sexual está permitido explorar dentro de este contexto.
(Por: Carolina Vargas) La libertad sexual de la mujer es el derecho que tienen para decidir sobre su sexualidad, es decir: utilizar tu cuerpo como lo desees. Seguir una u otra orientación sexual. Hacer y aceptar las propuestas que prefieras. Pero, en tiempos donde hablamos tanto de empoderamiento femenino ¿somos tan libres de elegir?
En mi opinión, me alegro de los avances que las mujeres hemos conseguido en diferentes ámbitos de la vida. Así como también por las diferentes leyes que nos benefician como resultado de huelgas, de representantes femeninas en el poder. Sin embargo, en el ámbito de la sexualidad ¿se defiende el pleno derecho de la expresión sexual de nosotras?
Si miras a tu alrededor podrás notar, al igual que yo, que nuestra sociedad sigue machista tanto en lo sexual, laboral y familiar. ¿Cómo notarlo? Aún las mujeres llenas de culpa se reprimen, se dejan de lado y callan para darle en el gusto a los demás. Y lo peor, competimos entre nosotras y demostramos quién de todas tiene el mejor hombre al lado.
Aún está en nuestro ADN, sobre todo en generaciones nacidas en los años 70, 80 y 90, que el camino a seguir es al lado de un hombre. Nos ha costado tanto pensar de otra forma. ¿Cuántas mujeres no están bajo la sombra de un hombre pese a los avances sociales? ¿Cuántas mujeres insatisfechas sexualmente? ¿Cuántas de nosotras nos hemos callado que ya no amamos a nuestros esposos, pero nos obligamos a estar con él hasta la muerte como nos enseñaron nuestras abuelas?
¿Cuántas somos reprochadas por tener los hombres que queramos o casarnos más de dos veces en la vida? ¿Cuántas hemos sentido deseo sexual o amor por otra mujer, pero es nuestro gran secreto? Obvio, hay que callar, nos enseñaron que así debía ser. Nos educaron para casarnos con un hombre, sobre todo en las generaciones antes mencionadas.
Por un empoderamiento femenino real
¿Qué pasa si la felicidad no está en un hombre y la encontramos sin querer en una mujer? ¡La vida sorprende! Cuando ya pensábamos que nuestra vida estaba resuelta llega ella y todo lo cambia. ¿Qué me pasa? ¡Yo no soy lesbiana! ¡Me gustan los hombres! ¡Estoy loca! ¡Desilusionaré a mi madre y a toda mi familia! ¡Necesito un psiquiatra! ¿Quién dijo que el ser humano no evoluciona? ¿Y quién dijo que no podemos cambiar?
Sabemos que entre el negro y el blanco hay miles de otros colores. Entonces ¿por qué no permitirnos sentir amor por otra mujer después de casada con un hombre? Seguiremos culpándonos, callándonos y mintiéndonos… ¿y el empoderamiento femenino no es todo lo contrario?
¿Por qué es importante el empoderamiento femenino para el desarrollo? Cito: «Es indispensable que las mujeres tengan voz y voto en todos los ámbitos para que puedan participar en igualdad de condiciones en el diálogo y la toma de decisiones, para poder influir en las decisiones que determinarán el futuro de sus familias y su país”. Lo expresa la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (05 de abril de 2016), con el fin de establecer una sociedad más justa. Pero este empoderamiento femenino ¿abarca la sexualidad de la mujer?
Es por esta razón que -aferrándome a la lucha por la libertad sexual de las mujeres- escribí un libro, hablando abierta y honestamente acerca de lo que algunas -como yo, como tú, como cualquiera- deciden vivir. Porque el destino las sorprendió con un amor con otra mujer durante el matrimonio o teniendo una relación por años con un hombre. Es un tema que nadie toca porque es tabú para la sociedad.
Libertad sexual es desanudar el sentimiento
Escribiendo me sorprendí hablando con personas reales, mostrando mi cara y mi forma de pensar en redes sociales, y contactándome con diferentes personas de países latinos. Siendo parte de foros y demases, donde reconfirmé que la discriminación no la vivimos solo nosotras las nacidas entre los años 70, 80 y 90, sino que hoy en el 2023 se sigue viviendo.
Está bien, somos más visibles ahora que cuando yo decidí estar con mujeres. Pero la comunidad LGTB también es tanto o más discriminatoria que la sociedad heterosexual. Y eso sí que es, al menos, curioso. Por otro lado, están los hombres. Sabía que es un libro provocador e incómodo para ellos, pero si supieran la cantidad de barbaridades e insultos que he recibido por parte de ellos. Incluso me dijeron que yo era capaz de “matar a un hombre por el solo hecho de ser mujer”. ¿Se dan cuenta que no entendieron nada? Pero no me detendré.
Mujer: empodérate de tus sentimientos y haz lo que te nazca para lograr tú felicidad. El amor no tiene género y eso debemos aprender. De lo contrario siempre nos limitaremos, sufriremos y nos lamentaremos por no haber vivido ese “amor distinto” que de repente nació en ti. Ahora si ya no sientes amor por el hombre que tienes al lado y viene otro y lo deseas, ¡vívelo!. No te obligues a nada.
Las mujeres somos emoción, intensidad, entrega, lealtad, ¿por qué no enamorarse de una persona así? ¿O importa más lo que tiene entre las piernas? Te permites dejar a tu marido o pareja por otro hombre, pero no por otra mujer. ¿No es amor igual?
Te invito a leer mi libro
Lo titulé “Me gustan los hombres, pero ahora me gusta una mujer, ¿Qué hago?”. Es un libro que te hace pensar en las vueltas que da la vida, que te invita a conocerte y a atreverte a vivir lo que tu corazón siente. A enfrentarse a esta sociedad aun machista y hetero normada. Lo que el lector encontrará es algo que me hubiera gustado leer cuando yo misma me encontraba en la encrucijada de esta situación y no había nadie ni nada en qué apoyarme y cómo, según mi experiencia de vida, enfrenté cada obstáculo, me levanté después de mis caídas en el amor y logré ser feliz contra viento y marea. Aprendí a quererme y a relacionarnos con las nuevas generaciones que se permiten ser diferentes sin seguir ningún molde tradicional.
Este libro, único en su especie, habla de estas relaciones que han existido siempre, pero son “prohibidas”. Es un libro provocador pero educativo. Hay que reeducarnos ya que, a nosotras, las antiguas generaciones, nunca nos dijeron que amar a una mujer es normal. El amor no tiene edad, el amar a una mujer tampoco. Puede pasar a los 20 años como puede pasar a los 40 años.
Las mujeres que sí se han permitido vivir un amor con otra mujer en secreto, paralelo a su matrimonio, han tenido una experiencia difícil y dolorosa. Por eso, este libro te muestra un camino de luz en tu oscuridad reprimida.
Si no es tu caso, puede ser el de algún familiar, alguna amiga, o conocida. Tendrás herramientas para acompañarla y entenderla. El amor es amor sin género, y eso también es un derecho.
En MujerdelSur agradecemos el aporte de Carolina Vargas para visibilizar sentimientos que ahogan y oprimen, pese a los espacios ganados por las mujeres a lo largo de décadas de empoderamiento femenino. E invitamos a conocerla a través de su IG @ma.carolina.vargas Para adquirir su libro haz clic aquí.
