Inicio Derechos y Política Crisis hídrica: Por qué Montevideo se queda sin el Santa Lucía

Crisis hídrica: Por qué Montevideo se queda sin el Santa Lucía

"No alcanza con regar desde una pequeña fuente que uno tenga en la casa. La sequía es como si tuvieras un lanzallamas y lo pusieras sobre la tierra. Es eso", describe la antropóloga uruguaya Betty Francia.

La antropóloga y emprendedora Betty Francia hace una revisión de la crisis hídrica que atraviesa Montevideo. Su mirada es amplia. En esta entrevista expone el panorama actual y hace un llamado a tomar acciones individuales y colectivas a partir del cambio de consciencia.

Con la sequía de este 2023, su pozo de agua que tiene 60 años se secó. Con él, Betty Francia surtía su chacra (como se denomina en Uruguay a los terrenos de poca extensión dedicados a la agricultura). Esta antropóloga, especialista en gestión ambiental, investigadora y docente se ha adentrado en el tema de la crisis hídrica tanto desde la academia como desde su propia experiencia como productora local.

Y en ambos ámbitos, la necesidad de alzar la voz, informar, educar y gestionar cambios se le ha vuelto una imperiosa ocupación.

“Vivo en esta chacra desde hace 20 años”, relata. “Soy una productora familiar pequeña, como son la mayoría de los productores rurales que hay en Montevideo. El 66% del suelo de Montevideo es rural. La mayoría de los predios tienen entre 4 y 10 hectáreas, y abastecen gran parte de la población de la zona metropolitana. Con cultivos de hoja (90% de lo que consume el mercado de Montevideo), frutas, huevos y en gran medida de carne de pollo”.

Betty Francia actualmente es parte de la Red de Agroecología del Uruguay. “En mi predio tengo plantados nueces pecán cultivadas con un manejo agroecológico desde hace 30 años. Si bien, ya no tengo el pozo, ante la sequía tomamos medidas paliativas para que los árboles sigan produciendo”.

Betty Francia en su eco-chacra en Montevideo Rural.

“Pero tenemos productores que son convencionales cuyos árboles frutales han pedido la hoja. Es muy doloroso. Porque eso compromete la cosecha de este año y de los próximos. Hay árboles frutales que te dan el fruto en la yema del segundo año. Entonces, ese árbol que vivió un estrés extremo y perdió toda su hoja en el momento en que más la necesitaba ya no producirá. Es importante que la población conozca esta información y la entienda”.

La crisis hídrica en las ciudades capitales

La sobreexplotación de las fuentes de agua, el cambio climático, la desforestación, la contaminación y el mal manejo de los residuos, pero, sobre todo, la conciencia dormida de la población y las pocas acciones de los organismos, instituciones y gobiernos, inciden en la crisis hídrica.

Actualmente Betty Francia desarrolla su tesis de doctorado en Antropología en torno a un conflicto por el agua que hay en Chile, en el marco del proyecto Alto Maipo.

“Elegí ese tema porque en 2013 en Uruguay hubo un evento de afloración de cianobacterias en la cuenca del río Santa Lucía, que es la principal fuente de abastecimiento de agua cruda a Montevideo y el área metropolitana. Ese río abastece a casi 2 millones de habitantes. Simultáneamente, comenzaba en Chile la construcción del megaproyecto hidroeléctrico Alto Maipo, que afecta al río Maipo, que alimenta al área metropolitana y a Santiago de Chile”.

“Entendí que eran dos cuencas fundamentales para los dos países y que -aunque se comunicaba y abordaba distinto la problemática- ambos tenían a la población del país alerta de diferentes formas”.

“En el caso de Chile, la población local se encontraba movilizada. Salió el problema desde el Cajón del Maipo. En el caso de Uruguay fue distinto. La empresa estatal que es OSE, Obras Sanitarias del Estado, tomó el problema”.

Movilizaciones en Chile en contra del proyecto Alto Maipo.

Un río perdido para Montevideo

La cuenta del río Santa Lucía está altamente comprometida y preocupa la apatía que existe en torno a revertir su situación. ¿Cuáles son las razones de su deterioro?

“Ante el crecimiento de las cianobacterias se visualiza la deforestación de la ribera del río como primer motivo aparente”, indica la experta. “Eso lleva a que todos los nutrientes sean barridos con más facilidad, porque no son retenidos por las raíces de los árboles nativos. Las especies exóticas no cumplen la misma función”. Como añadido, en la medida en que se deforesta, se afecta el ciclo de lluvia.

La línea de investigación también señala el uso de productos químicos para la agricultura intensiva, a la industria, los efluentes domiciliarios que caen directo a la cuenca. La lista es larga y continúa abierta. Se señala también que la proliferación de algas muchas veces tiene que ver con el fósforo acumulado a lo largo de los años, pues la cuenca fue una zona de cultivo de la remolacha azucarera.

“Al día de hoy, la calidad del agua del río Santa Lucía está muy comprometida. Como alternativa para abastecer de agua potable a Montevideo, se aprobó el Proyecto Neptuno en la zona de Arazatí, ubicada en el departamento de San José, a unos 92 km de Montevideo. O sea, perdemos el rio, perdemos la cuenca, porque de alguna manera se pierde por no haber prevenido y atacado a tiempo el problema. Y se busca otro afluente de agua, para construir una infraestructura que va a costar millones de dólares”.

¿Se puede salvar el río Santa Lucía? “Este es un problema que tiene solución, siempre tiene solución -enfatiza-. Si pensamos a 50 años tiene solución, a largo plazo. En algún momento tiene que ser el día cero”.

Y señala que resulta muy frustrante para la población y los movimientos ambientalistas las acciones poco efectivas que proponen los organismos a cargo. “Las medidas han sido poco duras. Cuando apareció este problema en 2013 se pusieron sobre la mesa once medidas. Pero el control y seguimiento quedó muy diluido”.

La contaminación: otro brazo del problema

Betty Francia también se refiere a la gestión de residuos como causal de la contaminación de las aguas. “En Uruguay tenemos aproximadamente 100 vertederos a cielo abierto. ¡Cien, es muchísimo! La mayoría sin control y es lugares donde no se cuida la forma de disposición de los residuos. Carecen de membranas protectoras en el suelo, lo que lleva a que los lixiviados contaminen las aguas subterráneas y a que el escurrimiento alcance las aguas superficiales”.

“La mayoría de estos vertederos están próximos a un curso de agua, está referenciado”, señala.

Lamentablemente la contaminación afecta todo. “La cantidad de ríos y arroyos que se conectan en Uruguay es impresionante. El agua es una conectora, además, de ámbitos de vida. El agua te conecta, nos conecta y lo que hace en un lugar va a afectar a otros”, indica.

En este punto la investigadora se distancia del concepto “responsabilidad individual” y hace un llamado más amplio. “Si bien cada uno de nosotros puede hacer acciones puntuales, hay intervenciones que tienen que venir desde el gobierno central, departamental, incluso que demandan alianzas a nivel regional -Cono Sur- y mundiales. Que los hay, pero que muchas veces quedan en intensión de cosas”.

Los desvíos del curso de agua

A la contaminación se añade la escasez. Y ésta no siempre se debe a la sequía. Para los medianos y pequeños productores, la pérdida del caudal de agua puede estar relacionada con una retención de la corriente aguas arriba. “Muchos grandes productores construyen diques y embalses que comprometen a quienes dependen de una cañada” explica la antropóloga.

¿Esto es legal? En 2019 se modificó en Uruguay la Ley de Riego, que permite la construcción de embalses y da pie para abastecer de agua para riego a otros productores, cobrándoles un canon por eso. Betty Francia considera que era necesario discutir más el tema antes de hacer este cambio, el cual considera inconstitucional porque va en contra del Artículo 47 de la Constitución de la República.

“Se hizo una activa militancia ambiental de la sociedad civil, la Federación de Funcionarios de O.S.E. (FFOSE), la Comisión por el Agua y la Vida, y otros colectivos. Pero no llegamos a las firmas necesarias (se necesitaban 600 mil firmas y llegamos a 300 mil). Entendimos que, si bien ya pasaba que algunos grandes productores hacían embalses, en algunos casos necesarios, había que tener presente la afectación a los demás. Esta Ley de Riego genera un comercio del agua para riego, con todas estas problemáticas camino a ser agravadas. El panorama no es alentador, al contrario. Se ve mayor dificultad aun para pequeños productores y para los emprendedores”.

¿Qué hacer ante la situación de crisis hídrica?

“A nivel local debería ser prioridad proteger a los pequeños productores familiares con el tema del abastecimiento del agua. Porque si pensamos en la soberanía alimentaria, en el acceso a los alimentos, si se pierden estos productores el alimento tendrá que venir de más lejos y a mayor costo. En Montevideo se creó un fondo desde el gobierno departamental para apoyar a los productores que se encuentran en esta situación de crisis hídrica. Y es bienvenido. Pero, cuando vemos que es una problemática que viene siendo advertida lo deseable es que se comience a prever. Porque lo que se nos viene no va a ser mejor. Va empeorando año a año y uno va generando medidas como va pudiendo”.

“Yo creo que siempre hay que llevar adelante medidas que beneficien a todos. Lo creo realmente. Creo que las medidas cuando son pensadas desde lo ecosocial nos terminan beneficiando a todos a mediano y a largo plazo”.

Hay que cambiar muchas visiones vinculadas hasta en lo estético. La gente cuando ve yuyos dice «Ah, está lleno de pasto, hay que fumigar». Pero la maleza es un cuidador maravilloso del suelo. Porque cuando cae agua sus raíces permiten que penetre a la tierra, y no que se deslice por una superficie erosionada. Una tierra arada necesita protegerse y genera una cáscara en la superficie, un caparazón duro. La tierra es un ser vivo que cuida el ecosistema que está abajo: los micronutrientes, los insectos”.

Betty Francia invita a la asumir las responsabilidades individuales a través de un cambio de conciencia, respeto por la naturaleza y participación activa ante contextos amenazantes.

“Empecemos a mirar distinto los yuyos. Al caminar por Montevideo conectemos con las hierbas medicinales. A los costados de las baldosas se encuentran muchas hierbas de San Pedro, que están llenas de propiedades curativas. Busquemos ese arbusto con hojas de un tono verde azulado y flor amarilla que crece con mucha fuerza entre las grietas de los edificios viejos. Es el Palán Palán. Están en pleno asfalto, en la ciudad”.

Además de la vibración con la naturaleza, la antropóloga anima a las personas a participar desde su lugar en la gestión de residuos.

“Mucha gente se pregunta qué sentido tiene separar los desechos domiciliarios si después hay una fábrica que tira 200 toneladas de azufre al agua. Pero también hay una forma de estar en el mundo. Si yo la tengo, tal vez mi vecino se enamora de esa forma de estar y se une. Y así otro y otro. Y vamos generando una fuerza para que esa fábrica no tire esa cantidad de residuos al agua. Yo invito a la gente a un despertar de conciencia. Cuando uno entra en el tema ambiental luego todo lo ve medioambiental. Si muchos estamos despiertos ante esto, se puede ir de lo micro a lo macro”.

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