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Canonización Vaticano 2025: Las Mujeres y la Santidad laical

Tres santas mujeres

Venezuela y Papúa Nueva Guinea celebran que por primera vez tienen entre los suyos unos santos canonizados. ¡Es la gran fiesta de la canonización Vaticano 2025! También festejan Turquía e Italia, y en total son siete los nuevos santos de la Iglesia Católica. Tres de ellos son mujeres: gran excusa para revisar el trabajo devoto en cifras de las santas del siglo XXI.

Con hábitos o sin ellos, la fe se presenta como fuerza que impulsa una vida de servicio al otro, para mejorar condiciones de vida. Eso, en resumen, sería la base que determina la subida a los altares. Este año, el Papa León XIV nombró siete nuevos santos, de quienes resaltó que son «hombres y mujeres auténticos» que vivieron la fe de manera radical en sus propios contextos. La canonización Vaticano 2025 no habló de hábitos, sino de AUTENTICIDAD. Y vale la pena darle un vistazo a esa cualidad. El nombramiento de Santa Carmen Rendiles, Santa María Troncatti y Santa Vincenza María Poloni este domingo 19 de octubre en la Plaza de San Pedro, es una buena excusa para analizar la presencia y el rol de la mujer en la Iglesia Católica, tradicionalmente dominado por figuras masculinas. ¿A qué se refiere «la santidad femenina» en la era moderna y qué visibilidad tiene la mujer laica?

La misericordia, la misión y el servicio sin límites, fueron destacados como cualidades de la venezolana Carmen Rendiles Martínez, la misionera italiana en Ecuador María Troncatti y la fundadora italiana Vincenza María Poloni. Sus vidas, dijeron los medios de comunicación, «son faros de fe para la mujer contemporánea». Leales a sus órdenes religiosas, primero veamos quiénes son.

Santa Carmen Rendiles

Santa María del Monte Carmelo Rendiles Martínez (Caracas, 1903-1977) fue la primera mujer venezolana en ser canonizada. Se le reconoce como fundadora de la Congregación Siervas de Jesús (1966). Su trabajo se centró en la educación cristiana y el servicio a los enfermos y ancianos. A pesar de haber nacido sin su brazo izquierdo, su discapacidad nunca fue un obstáculo para cumplir por encima de lo esperado con su labor. De allí que una de sus devotas, Jacqueline López (citada por la prensa venezolana), dijera que «Ella nos enseñó que no hay ‘peros’ para servir. La veías trabajar con una energía que avergonzaba a los que estábamos completos».

Santa María Troncatti

Santa María Troncatti (Corteno Golgi, Italia, 1883-1969). Misionera en la Amazonía de Ecuador desde 1922 hasta su muerte. Se convirtió en la «madre, médico y farmacéutica» del pueblo shuar en la selva. Su labor fue esencial en la atención médica, educación y pacificación de conflictos intertribales. Su vida es un símbolo de inculturación de la fe, dedicando más de 40 años a servir a la población indígena. Murió en un accidente aéreo. Un anciano Shuar (citado en el proceso de canonización) destacó que «Ella no solo nos curaba el cuerpo, sino que curaba las peleas entre las comunidades. Su palabra era más fuerte que el miedo.»

Santa Vincenza María Poloni

Santa Vincenza María Poloni (Verona, Italia, 1802-1855). Nació en una familia acomodada, pero optó por la vida de servicio a los enfermos y a los pobres. Su obra fue fundamental para organizar la asistencia sanitaria y social en su ciudad. Fue la fundadora del Instituto de las Hermanas de la Misericordia de Verona (1840). En un momento donde la atención hospitalaria era rudimentaria, ella y sus hermanas llevaron el cuidado compasivo a los hospitales, a la educación de la juventud y a la asistencia domiciliaria. Su espiritualidad se centró en la práctica de las obras de misericordia.

Sin hábitos antes de la Canonización Vaticano 2025

Este año las tres santas resaltan por su trabajo dentro de órdenes religiosas, todas son Fundadoras y Misioneras, provienen de órdenes con fuerte impacto en la educación y la salud. Pero la presencia femenina en el santoral de la Iglesia Católica, en las canonizaciones de lo que va de siglo, incluye mujeres destacadas por su trabajo en espacios laicos. Miremos quiénes son las santas que no tuvieron hábitos:

La italiana Santa Gianna Beretta Molla (Canonizada en 2004) Médica pediatra, esposa y madre. Canonizada como ejemplo de santidad familiar y profesional, conocida por dar la vida por su hija durante el embarazo.

La suiza Santa Margarita Bays (Canonizada en 2019) Laica, costurera y miembro de la Tercera Orden Seglar de San Francisco. Destacada por su vida de piedad y caridad en el entorno familiar y comunitario.

La argentina Santa María Antonia de Paz y Figueroa («Mama Antula») (Canonizada en 2024) Laica y fundadora de la Casa de Ejercicios Espirituales, que continuó la misión jesuita tras su expulsión de América.

Altares católicos más femeninos y globales

La Canonización Vaticano 2025 continúa resaltando la presencia en las últimas décadas de una iglesia más global, con un foco en destacar el servicio social y con una mirada que va más allá de las tierras europeas. Figuras como la mexicana Santa María Guadalupe García Zavala y la colombiana Santa María Laura Montoya Upegui (ambas canonizadas en 2013), evidencian el reconocimiento de la santidad en el nuevos continente.

Sin embargo, aún hay mucho camino por recorrer. Aunque los procesos recientes (especialmente bajo el Papa Francisco y ahora con León XIV) visibilizan la santidad laical y femenina, la inmensa mayoría de los miles de santos canonizados son varones, particularmente sacerdotes y obispos.

El trabajo de la mujer en la Iglesia, que constituye la espina dorsal de muchas parroquias, escuelas y hospitales, a menudo queda relegado a la «invisibilidad» o a un reconocimiento tardío.

«El gran desafío de la Iglesia no es reconocer que la mujer tiene un lugar, sino hacer visible el poder y el liderazgo que ya ejerce en el plano pastoral y caritativo. La canonización de laicas como Santa Gianna o Mama Antula es un primer paso firme para mostrar que el camino a la santidad no necesita votos religiosos, sino un compromiso radical con el Evangelio en la vida ordinaria.»

— Dr. Ricardo Valdés, Sociólogo de la Religión y Consultor en Asuntos Eclesiásticos

La canonización de una médica casada o de una costurera laica tiene un impacto sociológico: ofrece modelos que contrastan con el ideal tradicional de santidad, abriendo el camino para que millones de mujeres se sientan llamadas a la santidad en su propia vocación. Como madres, profesionales, o simplemente como mujeres de fe en el mundo secular. En la Canonización Vaticano 2025 resaltó la santidad femenina tal como se define hoy, por el servicio directo, la resiliencia ante las dificultades y un profundo compromiso social en sus comunidades de origen.

Para envíos de información escríbanos a: redaccion@mujerdelsur.com

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