Inicio Derechos y Política Prejuicios: ¿Cambió el mundo para las minorías sexuales?

Prejuicios: ¿Cambió el mundo para las minorías sexuales?

La escritora y coach Carolina Vargas reflexiona sobre las emociones y actitudes que se generan en torno a las preferencias sexuales. Y cuestiona que pese a los avances en materia de derechos civiles, todavía existan prejuicios, intolerancia y discriminación.

(Por: Carolina Vargas)

Las mujeres, a lo largo de la historia, hemos sido vistas como el “sexo débil”. Y creo que desde de ahí comienzan las confusiones.

Los movimientos feministas, por ejemplo, nacieron porque mujeres valientes esperaban ser tratadas como iguales y con el mismo respeto que a un hombre. Han peleado por años contra la desigualdad instalada en la sociedad entre hombres y mujeres, pero a pesar de lo que piensan, no debemos dejar que en la actualidad los estereotipos de género nos limiten para desarrollar nuestras capacidades y características “personales”.

Los condicionamientos sociales de los que hemos sido víctima se llaman prejuicios y han sido elementos clave para generar rechazo y discriminación hacia nosotras. Porque nos obligan, en nuestro papel, a comportarnos, vivir, pensar y hacer lo que se “espera” de nosotras. No obstante, que ser mujer no determina nuestro género, pues el género es la decisión personal de cada una. Y no existe fórmula que lo defina totalmente.

Ahora, imagínense cómo somos vistas las mujeres que nos gustan otras mujeres, aquí entra la diversidad sexual.

La diversidad sexual hace referencia a todas las posibilidades que tienen las personas de asumir, expresar y vivir la sexualidad, así como de adoptar preferencias u orientaciones, identidades sexuales y de género distintas a lo que conocemos como convencional o tradicional.

Ahora bien, la preferencia sexual es distinta ya que es la elección que determina la vida sexual de una persona al establecer un género como objeto de deseo. Por lo que es incorrecto utilizar el término para referirse a la orientación sexual de una persona.  Por ejemplo, una mujer heterosexual que siente atracción por mujeres, decide llamarse siempre heterosexual a pesar de sus preferencias en discordancia.

Hoy en día hay 33 orientaciones sexuales.

En mi libro, te cuento diferentes situaciones que viví en estas materias. Cómo las mujeres se confundían ellas solas o trataban de encajar en una determinada orientación, aunque lo que pasaba era que simplemente se habían enamorado o les había gustado otra mujer.

Chile, gracias al trabajo de movimientos que pedían reconocimiento social y derechos para la comunidad de diversidades sexuales ha avanzado en temas legales y de reconocimiento de derechos, generándose leyes como la Ley Zamudio (2012), la Ley de Acuerdo Unión Civil (2015) y la Ley del Matrimonio Igualitario (2021), (matrimonio civil), siendo el sexto país de Latinoamérica en lograrlo.

¿Pero, esto hace que las minorías sexuales seamos más respetadas y comprendidas?

En mi opinión, en todo el mundo, a pesar de los avances, personas lesbianas, gays, bisexuales, trans (LGBT) o intersex, se enfrentan a estigmas, discriminación y violencia debido a su orientación sexual e identidad de género real o percibida, o porque su cuerpo difiere de las definiciones tradicionales de mujer u hombre. Aun cuando en la actualidad hay más información, más educación y más campañas a favor del respeto, la gente rara vez es consciente de su ignorancia porque en conjunto con personas que albergan ideas parecidas entre ellos y de noticias que se confirman a sí mismas y donde sus creencias se ven reforzadas sin cesar y en pocas ocasiones se cuestionan.

Lamentablemente la discriminación viene desde pequeños, desde las escuelas, lo que hace que muchos niños o niñas no quieran ir más al colegio o escuela por estos ataques. Desde ahí ya deberíamos abordar el tema. La falta de respeto ataca también su autoestima y desarrollo, salud física y mental. Es hora de hacer algo en serio, son años hablando de estos temas, pero ¿Cuándo la acción?

Las lesbianas, o las mujeres que les gustan otras mujeres seguimos enfrentándonos a una serie de prejuicios, estereotipos, burlas, faltas de respeto y muchas otras cosas más que pueden parecer inofensivas. Pero que son verdaderos atentados a nuestra persona y dignidad, como lo que ocurre al querer adoptar un hijo, por nombrar algo.

En España, por ejemplo, el 26 de abril se conmemora el Día de la Visibilidad Lésbica, la lucha por la igualdad de derechos y oportunidades para las lesbianas, sobre todo, en el espacio público. En el caso de Chile, el 9 de julio por el crimen de Mónica Briones.

Necesitamos respeto, educar a las personas en la tolerancia, apoyos efectivos y protección desde el gobierno para no ser testigos de más barbaridades en contra de minorías sexuales. No basta con hacer leyes o esperar que maten a una persona homosexual para que solo ahí entre en acción la justicia de cada país.  Además de eso, cada persona necesita ser más empática (algo que se está muriendo socialmente), tener la capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos, ser más comprensivos, apoyar a otros y escucharlos.

Mucho se habla de derechos humanos, y está muy bien porque nosotros también somos humanos por si no se habían dado cuenta, por eso es que día a día debemos fortalecer el respeto, la protección y la igualdad de trato en forma urgente, no solo acá en Chile, sino que, en el mundo entero. Muchos de los que están leyendo esto son padres, tíos o abuelos de niños, adolescentes, jóvenes o adultos, que pueden tener un giro sexual en sus vidas porque el amor puede venir sin que lo esperes ni busques en un envase muy distinto al que estamos acostumbrados.

El mundo cambió, eso dicen muchos. Pero si tu hija casada con un hombre y con hijos te cuenta que se enamoró de una mujer… ¿Tú y el mundo están listos para respetar y no juzgar? ¿De verdad estás preparado?

Carolina Vargas. Escritora. www.macarolinavargas.cl

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